La difusión de una carta pública en apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner y en contra de lo que consideran una “persecución política” contra la líder de Unidad Ciudadana generó divisiones en el massismo.
Quien detonó la bomba fue el diputado nacional del Frente Renovador Daniel Arroyo, que se anotó entre los firmantes de un documento que denuncia la “persecución política” contra la exmandataria, que denuncia la falta del “Estado de Derecho” y que reclama una “democracia sin proscripciones”.
Molesta luego de encontrar el nombre de Arroyo en la lista de firmantes del comunicado que tiene en sus primeros renglones a expresidentes regionales como Lula Da Silva, Dilma Rousseff, José Mujica y Rafael Correa, la jefa del bloque de diputados massistas salió a amonestar al dirigente de su fuerza política a través de Twitter.
“Un ex presidente investigado x corrupción c Secretarios Funcionarios y Empresarios arrepentidos no es un “perseguido político” @LicDanielArroyo NO ESTOY DE ACUERDO todos somos iguales ante la ley, q se investigue sin presiones (sic)”, lanzó Camaño, quien como autoridad del bloque massista salió rápidamente a desautorizar y reprobar la postura “rebelde” de Arroyo.
Estos chispazos se enmarcan en la tensión política que atraviesa al Frente Renovador, que se encamina a formar un frente con un sector del PJ al margen del kirchnerismo.
Un ala del bloque massista, sin embargo, plantea una estrategia diferente que consiste en sellar la unidad con los distintos sectores del panperonismo, incluido Unidad Ciudadana que es el espacio que posee mayor volumen electoral.
Con un pie afuera del massismo, asoman dentro de este pelotón de “insurrectos” diputados como Felipe Solá (quien quiere ser candidato presidencial), Facundo Moyano y el propio Arroyo.
La carta de respaldo a Cristina Kirchner también es firmada por dirigentes como Hugo Moyano y Eugenio “Nito” Artaza; además de los líderes del partido español Podemos Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, el filósofo italiano Gianni Vattimo, el escritor estadounidense Noam Chomsky y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
En la carta advirten sobre “los peligros que acechan cuando se avasalla el estado de derecho, pasando por encima del debido proceso y de las garantías en juicio”.
“Sabemos que los peores momentos que nos tocaron vivir como sociedad fueron cuando atravesamos etapas de persecuciones, proscripciones, prohibiciones y revanchismo”, señalan.
Los firmantes de la carta afirman que “ese riesgo tiene hoy dimensión regional, en la persecución y proscripción de expresidentes y expresidentas, dirigentes sociales, sindicales y políticos que se oponen a las políticas de ajuste que recaen sobre nuestros pueblos”.
En este sentido, consideran que la Argentina “no está exenta de esa práctica” y que “la persecución política que vive Cristina Fernández de Kirchner desnuda una estrategia global de ataques al campo popular y progresista que pretende construir mejores realidades para todos”.
Los firmantes resaltan que provienen “de distintas tradiciones y culturas políticas”, pero que tienen “en común no sólo compartir valores y principios democráticos sino también guardar una misma memoria histórica”.
Como cierre, los dirigente aseguran que no van a permitir que “esa forma de violencia institucional vuelva a poner en riesgo el futuro de la paz y la democracia en la Argentina”.i