La situación en principio no pasó a mayores debido a la intervención de la Policía de la Ciudad, que a diferencia del "banderazo" del 9 de julio pasado, se presentó en el lugar para preservar la seguridad de los periodistas y permitir que puedan desarrollar su trabajo. La Policía de la Ciudad debió instalar un doble cordón de infantería para separar a los agresores, lo que llevó a que tuvieran que interrumpir su trabajo en el lugar.
Uno de los manifestantes invitó a pelear al periodista Ezequiel Guazzora, uno de los cronistas que fue víctima de la violencia en la protesta del 9 de julio.
"Cómplices de la corrupción", "traidores a la patria", fueron algunas de las consignas que lanzaron los manifestantes, y una joven fue interceptada por la Policía por arrojar un "huevazo" contra móviles periodísticos.
En la pantalla de C5N acompañaron la situación con el siguiente videograph: "La intolerancia de siempre".
"Sabíamos que esto iba a tener su convocatoria, pero bueno, hacés un testimonio y viene alguien atrás a gritarte una gran cantidad de cosas que no tienen mucho sentido. Era completamente previsible", señaló por su parte el cronista de ese canal Rafael Palavecino.
En tanto, un grupo importante de manifestantes se instaló en la esquina del departamento de Recoleta donde vive la vicepresidenta Cristina Kirchner, sobre la calle Juncal, para insultarla y pedirle que vaya presa.