Malestar en la Gendarmería Nacional por sanciones y pases a retiro express y ascensos sospechados de amiguismo. Mientras, Patricia Bullrich garantiza la libre circulación en AMBA.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ha enfocado su gestión en la aplicación del denominado "protocolo antipiquete" tendiente a garantizar la libre circulación de avenidas, calles y rutas y así mantener contento al electorado PRO Libertario y a vastos sectores de la sociedad hartos de ser perjudicados con el abuso de la protesta social.
Hasta el presidente Javier Milei mira con beneplácito el rol de prevención y represión de los cortes de tránsito a punto tal que le puso "Me gusta" a un posteo en la red social X, en el que se ve a un gendarme que luce en tu pecho un parche "libertario" (insignia de origen estadounidense, que contiene una serpiente de cascabel enroscada sobre una parcela de pasto).
No obstante esa simpatía por parte del jefe de Estado, la extrema dedicación de la funcionaria a mantener transitables las vías de comunicación terrestre -particularmente del AMBA-, ha permitido que la fuerza de seguridad más "mimada" por la todavía presidenta del PRO, la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) esté padeciendo una serie de cambios y asignaciones de destinos por medio de mecanismos "alternativos" que se aplican sin conocimiento de la cúpula de la institución y de la misma ministra de Seguridad.
Y más allá de la maniobra -legal y reglamentaria, pero claramente inmoral-, distintas fuentes del Gobierno, de Juntos por el Cambio y de la Presidencia, se preguntan si estas argucias por parte de la GNA no ponen en peligro el combate del contrabando -incluido de drogas-, la inmigración ilegal y otros graves delitos.
Entre las manifiestas irregularidades a la hora de sancionar a oficiales jefes de la GNA, se cuenta el caso registrado en Mendoza, donde un comandante (GV) fue pasado a disponibilidad y relevado del cargo que recién había asumido porque durante la gestiòn anterior se habían registrado hechos de corrupción. Aunque parezca irracional, sancionaron a un gendarme honesto por los delitos cometidos por otros.
En Salta ocurrió otro caso que terminó en el relevo de un oficial por no haber realizado el inventario de la caja fuerte de uno de los cinco destacamentos de la provincia. El gendarme MG está esperando hacer su descargo, mientras otro ocupa su lugar al que él no volverá aunque se pruebe su inocencia.
Las fuentes consultadas también refirieron el caso un jefe de Gendarmería de Jujuy que fue puesto en disponibilidad en tiempo récord debido a que un medio de esa provincia publicó que había cometido una infracción de tránsito y se había resistido a la autoridad de dos zorros grises que le imputaron haber hecho una maniobra riesgosa con un auto oficial.
Lo curioso del caso es que el jefe AG fue relevado del cargo y puesto en disponibilidad, aunque al día siguiente de la nota periodística -en la que ni siquiera figurara su nombre- , el juez contravencional, el jefe del Departamento Contravencional del municipio jujeño y el ministro de Justicia provincial determinaron que el acta estaba mal hecha, sin testigos, como si hubiera estado "armada".
La Gendarmería, como es lógico, tiene entre sus cadetes muchos exponentes de la denominada "Generación de cristal". Es por ello, que la lìnea 0800 de denuncias anónimas de la fuerza recibe quejas que van desde el horario de diana (hora de dejar la cama) hasta la calidad de la comida (que, como es lógico, no es como la que hace mamá).
Frente a esos hechos, la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza dispuso un exhaustivo control de la Escuela de Gendarmería Nacional General Martín Miguel de Güemes, ubicada en Ciudad Evita (La Matanza).
Tras varios días de investigación se encontraron con una "grave" irregularidad: el kiosco del instituto, que funciona allí desde hace décadas, no tenía los papeles correspondientes para su habilitación. Por tal motivo, el director de la escuela, SM, y otro oficial fueron pasados a disponibilidad y relevados del cargo.
Además de los procedimientos "express" que se aplican en la GNA para disponer pases a retiro y finales anticipados de carrera, existe un malestar generalizado entre los candidatos a comandantes generales que sospechan de "amiguismo" en las decisiones de la nueva conducción de la fuerza, encabezada por el Director Nacional, Comandante general Antonio José del Pilar Bogado.
Y se preguntan si la información correcta de los méritos de cada candidato al ascenso llegan al despacho de la ministra de Seguridad o al del Jefe de Gabinete.