El nuncio apostólico, monseñor León Kalenga Badikebele, dio inicio a su misión diplomática en el país con una misa en la catedral metropolitana, en la que destacó el compromiso del papa Francisco “por la vida, por todo lo creado y la atención a los pobres”.
“Francisco ha sido el primer Papa latinoamericano y argentino, por lo que lleva en su interior calor humano, amor por la vida, por todo lo creado y la atención a los pobres”, subrayó la misa por el Día del Pontífice en la catedral metropolitana de Buenos Aires, realizada el pasado viernes.
La Eucaristía fue concelebrada por 30 obispos y 30 sacerdotes, además asistieron unos 40 seminaristas y representantes de otros credos, informó la agencia Aica.
Los concelebrantes principales fueron el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli; el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, monseñor Carlos Humberto Malfa, y el obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, mientras que el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo, hizo de maestro de ceremonias.
Al inicio de la misa el cardenal Poli le dio la bienvenida a monseñor Kalenga Badikebele y pidió un aplauso para el nuevo representante del Papa en el país: “Te recibimos con alegría y te deseamos una estadía feliz en esta nuestra tierra argentina”, señaló.
En la homilía, Kalenga Badikebele detalló su función diplomática y destacó que es “ante todo un pastor que muestra su cercanía con las necesidades de cada una de las diócesis y con el pueblo santo de Dios”.
“Un buen pastor, un padre educador, no es un frío funcionario administrativo, sino que toma en serio a cada persona, dedica tiempo a escucharla, porque se interesa por ella”, agregó.
El representante papal aseguró que en sus cinco años de pontificado, Francisco “ha demostrado que es el Papa para estos tiempos y sigue llamando la atención de muchos, dentro y fuera de la Iglesia, por su sencillez, desprendimiento, audacia y cercanía”.
Asimismo, valoró el impulso que el pontífice le ha dado al diálogo interreligioso y al ecumenismo y a la crítica de la “cultura del descarte”.
Al finalizar la misa, el nuncio impartió, en nombre del Santo Padre, la bendición apostólica. Participaron de la celebración eucarística la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti; el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli; y por la Secretaría de Culto de la Nación estuvieron Santiago de Estrada, Alfredo Abriani, Claudia Russo Bernagozzi, y el director nacional de Culto Católico Luis Saguier Fonrouge.
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