En el gobierno consideraron que los manifestantes que protagonizaron violentos incidentes ayer a metros del Congreso buscaron ‘romper’ nuevamente la sesión en la Cámara baja en la que al cierre de esta edición el oficialismo buscaba hacer ley la reforma previsional.
Pasado el mediodía del lunes se observaron rostros de preocupación de algunos funcionarios por las imágenes violentas que mostraban los canales de TV de los alrededores del Parlamento.
‘Es similar a lo ocurrido la semana pasada. Quisieron interrumpir la sesión con una muchedumbre organizada y algunos de los violentos incluso los enviaron intendentes del Conurbano’, fue la temeraria conclusión de un vocero consultado al anochecer de un día agitado.
Pero la oposición al plan para recortar los haberes jubilatorios no sólo partió desde la oposición.
En las últimas semanas fueron varios obispos los que se manifestaron en contra de la reforma previsional, como Náñez de Córdoba o Lugones de Lomas de Zamora. Ayer se conoció una foto del ex legislador porteño Gustavo Vera, que el último sábado se reunió con el Papa vestido con guardapolvo dado que volvería a la docencia.
Ese día Francisco le dijo ‘Me duelen los jubilados’ y reconoció seguir de cerca el debate sobre la reforma jubilatoria.
Al cierre de esta edición, en el oficialismo no tenían dudas que el kirchnerismo y la izquierda buscaron suspender nuevamente el debate en la cámara baja. ‘Dentro del recinto buscaron hacer tiempo pidiendo cuartos intermedios y luego hablando con las cuestiones de privilegio. Recién se pudo arrancar el debate pasadas las 19’, agregó la fuente consultada.
Lo cierto es que desde bien temprano el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y su vice, Sebastián García de Luca, estuvieron en Diputados junto al titular del cuerpo, Emilio Monzó, ‘trabajando para lograr el quórum’ necesario para el inicio de la sesión. Finalmente se sentaron en sus bancas 130 diputados y a las 14 arrancó la maratónica jornada.
Un poco antes, los estrategas de comunicación se encargaron de difundir la foto de los funcionarios nacionales, Monzó y el radical Mario Negri junto a 13 gobernadores -estaba María Eugenia Vidal pero también peronistas como Juan Manzur (Tucumán) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como un gesto de apoyo a la reforma previsional y para así garantizar la presencia de los legisladores provinciales en el recinto.
Afuera del palacio legislativo era un infierno: una lluvia de pedradas y proyectiles contra las filas de la Policía de la Ciudad. Esas imágenes alteraron los ánimos en Balcarce 50. ‘Tiraban piedras a metros contra los policías, les rompieron los escudos. Y tiraban bolitas de vidrio’, arguyó la fuente. La actitud pasiva de los efectivos de la Metropolitana y el desmadre de la movilización, obligaron a reforzar la seguridad con Gendarmería y Policía Federal.
Al ser consultado sobre si el presidente Mauricio Macri seguía las alternativas del debate desde su despacho, en ese momento tenía una audiencia con directivos de la empresa constructora Lafage Holcim, el vocero consultado remarcó que ‘no lo vio por televisión pero está preocupado. Y ha estado en contacto con Peña’.
Finalmente, a las 17, Macri se retiró por explanada Rivadavia junto al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, rumbo a la Residencia de Olivos.
Una hora más tarde abandonó el palacio de gobierno el rabino Sergio Berman, ministro de Medio Ambiente, que mantuvo una reunión con el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. Dijo estar ‘preocupado por los incidentes’ y que la entrevista de ayer ‘era por el tablero de control. Para presentar el ajuste del 20% de los cargos políticos tenemos una semana más’.
También Quintana estuvo reunido con el ministro de Finanzas, Luis Caputo y el titular del Banco Centra, Federico Sturzenegger. Las reuniones, con todo, terminaron bien temprano y para las 18 muchos empleados dejaron el palacio de gobierno alertados por la cercanía del paro de transportes.
Los alrededores del palacio de gobierno ayer estuvieron vallados desde temprano. En algún momento de la tarde algún custodio alertó que los manifestantes ‘vienen para acá’ pero finalmente los disturbios se corrieron hasta la avenida de Mayo y 9 de Julio.
Durante aquellas horas también se armó y desarmó un escenario en el Patio de las Palmeras en el que estaba previsto que hoy al mediodía el presidente Macri encabezara el brindis navideño con los empleados.
La agenda semanal del jefe de Estado contempla que mañana viaje a Jujuy para encabezar sendos actos con el gobernador Gerardo Morales.
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