Por supuesto que estará en la Argentina, como ya lo confirmó, pero el día en que se cumplen 40 años del último golpe cívico militar se trasladará a la ciudad rionegrina de Bariloche.
Obama llegará el 22 por la noche a la Argentina con una comitiva de 850 personas, entre personal de seguridad y funcionarios, que vendrá de Cuba distribuida en tres aviones. Su agenda en Buenos Aires estará acotada al 23 con varios actos oficiales y una reunión con Mauricio Macri.
"La idea de evitar protestas y eludir un mal momento fue un consejo que Obama recibió bien y del que tomó nota", dijo al diario La Nación una fuente de la Cancillería. Al parecer, la opinión del embajador norteamericano, Noah Mamet, fue determinante en la decisión de Obama de alejarse de posibles muestras antinorteamericanas, el 24 en Buenos Aires. Sin embargo, el mandatario se reunirá con Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y hará referencias a la defensa de los derechos humanos.
Obama viajará con su familia el 24 y el 25 a Bariloche. Aún no está confirmado si se hospedará en el hotel Llao Llao o en las cabañas Cumelén, al lado del lago Nahuel Huapi. En cualquiera de los dos lugares está previsto que Obama juegue al golf, que es uno de sus deportes favoritos.
Fuentes diplomáticas argentinas confirmaron a ese diario que el personal de seguridad de Estados Unidos ya estuvo recorriendo Buenos Aires y Bariloche para testear el lugar. Habrá medidas de seguridad extremas en los desplazamientos de Obama y en su traslado al Sur con su familia. Hay un impedimento técnico en el viaje a Bariloche: el Air Force One, un Boeing 747 que usa, no puede aterrizar en la pista de la ciudad patagónica, con lo cual el presidente norteamericano deberá viajar en una de las otras dos aeronaves que vendrán.