El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y precandidato a presidente del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, decidió plegar las elecciones porteñas a las PASO nacionales en un gesto de autonomía al líder del partido, Mauricio Macri, que cuestionó la estrategia.
Se trata de una decisión que le corresponde por ley a Rodríguez Larreta, quien tiene potestad para adoptarla, y que respeta el código electoral vigente de la Ciudad (ley 6031), que aprobó por amplia mayoría la Legislatura en octubre de 2018, según indicaron fuentes del Gobierno porteño.
En primer lugar, los porteños deberán asistir a votar en las elecciones PASO de agosto y en las generales de octubre, donde se elegirán cargos tanto a nivel nacional como para la Ciudad.
Los electores porteños, al ingresar en el cuarto oscuro, encontrarán dos boletas: una boleta única de papel, en la que deberán marcar con una lapicera los candidatos de su preferencia para la Ciudad.
Por otro lado, estarán las tradicionales listas sábana, también de papel, con los postulantes a cargos nacionales.
Al mismo tiempo, al haber dos tipos de boleta (única y sábana) habrá dos tipos de urnas, dado que se trata de sistemas diferentes. En cada una de ellas el votante ciudadano deberá depositar la “papeleta”.
Es decir, que en una de las urnas tendrán que poner la boleta única de la Ciudad y en la otra, el tradicional sobre con la boleta para cargos nacionales.
La diferencia con las elecciones desdobladas, las cuales la Ciudad realizó en ocasiones anteriores, radica en el método utilizado el día de la votación en el cuarto oscuro.
Mientras el desdoblamiento implica que haya dos días de votación distintos, uno para cada categoría (Presidente y jefe de Gobierno por ejemplo), para el modelo de elección concurrente se aplican dos sistemas distintos en la misma jornada electoral.
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