La ministra de Capital Humano salió a la puerta del ministerio mientras un grupo de personas protestaban por falta de ayuda alimentaria.
En medio de la tensión entre el Gobierno y las organizaciones sociales por los exhaustivos controles que se vienen realizando en cuanto a la ayuda que entrega el Estado a los sectores más vulnerables, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, protagonizó este jueves un hecho particular en la puerta del edificio donde funciona su cartera.
En medio de una jornada nacional de protestas, en la que los movimientos sociales agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y que forman parte de Unión por la Patria protestarán en supermercados de todo el país, un grupo llegó hasta la puerta del Ministerio de Capital Humano, ubicado sobre la avenida Carlos Pellegrini en la Ciudad de Buenos Aires.
En medio del reclamo, la minstra Petovello salió a la calle para decir que estaba dispuesta a recibir a las “personas que tienen hambre”, para tomarles los datos y poder hacer llegar la ayuda de manera individual. En ese momento, se produjo un ida y vuelta con los referentes, que finalmente se negaron a que eso ocurriera.
“Tiene hambre la gente, que venga. Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, pero no a los referentes. ¿Tiene hambre la gente? Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, no a los referentes. Vengan de a uno que les voy a anotar el DNI, el nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente”, aseguró la ministra. Ante la negativa de los referentes, volvió a ingresar al edificio.
Los dichos de Pettovello van en sintonía con la política que viene aplicando el Gobierno desde el 10 de diciembre de evitar las intermediaciones en la entrega de ayuda social e ir a un sistema individual, donde tanto los planes como la asistencia monetaria directa se haga de manera individual. Además, existe una tensión creciente debido a la baja de muchos planes sociales que presentaban irregularidades.
En ese marco, está en marcha el proceso para dar de baja para suspender el pago de 160.000 planes sociales, que debían ser percibidos por beneficiarios de extrema vulnerabilidad social, pero que eran cobrados por gente que viajó al exterior. La medida implicará un ahorro de unos 12 mil millones de pesos mensuales.
La UTEP asegura que desde noviembre no reciben asistencia del Estado y que la demanda aumenta semana tras semana ante el impacto de la inflación y la devaluación entre los más postergados.
Según anunciaron los organizadores de la protesta previamente, a la ministra de Capital Humano, de quien depende la secretaría de Niñez y Familia, que es la repartición encargada del suministro de mercadería, y a su titular, Pablo de la Torre, le dejarían un petitorio para exigir, entre otros puntos, “la urgente entrega de alimentos para los comedores populares que no se realiza desde la llegada de La Libertad Avanza al gobierno”.
La decisión de realizar nuevas medidas de protesta por parte de la UTEP se dio después del paro y movilización del miércoles 24 dispuesto por la CGT y que para los dirigentes de la UTEP fue “fue una enorme demostración de unidad y fuerza”.