A la cautela y el escepticismo por la chance que avance el desafuero contra Cristina Kirchner, que primó en el gobierno durante las primeras horas de ayer, le siguió una respuesta contundente a la ex presidenta minutos después de que acusara a Mauricio Macri de estar detrás de los procesamientos de Claudio Bonadio.
‘Está absolutamente garantizado el Estado de derecho, el normal funcionamiento de las instituciones, las libertades. Tenemos que acostumbrarnos como sociedad a vivir en este contexto en el que somos todos iguales ante la ley’, sostuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, apenas terminó la conferencia de prensa realizada en la Cámara de Diputados.
Fue una decisión de último momento y a consecuencia de los dichos de Cristina en el despacho del bloque de Unidad Ciudadana en la cámara baja. De esta manera, Peña arribó a la sala de Periodistas de la Casa Rosada junto al secretario de Comunicación, Jorge Grecco, con la clara intención de contestar los dichos de la ex mandataria y previo a la nutrida movilización que el kirchnerismo y la izquierda convocaron a Plaza de Mayo.
Desde bien temprano en la Rosada no se mostraron sorprendidos por las órdenes de detención del ex candidato a vicepresidente Carlos Zannini, el dirigente Luis D’Elía y el ex canciller Héctor Timerman; y el lobbista iraní Yussuf Khalil y el pedido de desafuero de la ex presidente Cristina de Kirchner y posterior detención.
La decisión del juez federal Claudio Bonadio también incluyó el procesamiento sin prisión preventiva al ex titular de la AFI, Oscar Parrilli, y al diputado Andrés Larroque prohibiéndoles salir del país. Estas medidas se encuadran en el marco de la causa que investiga el presunto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado a la AMIA que había impulsado el fallecido fiscal Alberto Nisman.
‘Hace más de una semana que algunos diarios contaban la inminencia de los procesamientos y pedidos de detención’, admitió una calificada fuente oficial consultada que, al mismo tiempo, negó que la ex presidenta vaya a ser expulsada de la cámara alta. ‘No va a ser desaforada’, remarcó y recordó las recientes declaraciones del influyente senador Miguel Pichetto que iban en esa sintonía.
Mauricio Macri evitó pronunciarse sobre el caso tanto por la mañana, durante la inauguración del Paseo de la República, un espacio contiguo a la quinta de Olivos, como por la tarde cuando encabezó la premiación al Investigador de la Nación (Gabriel Ravinovich) en el Museo Casa Rosada.
Cerca del mediodía integrantes del interbloque de Cambiemos en el Congreso -Federico Pinedo y el radical Luis Naidenoff por el Senado y Emilio Monzó, junto a Nicolás Massot por Diputados, entre otros- visitaron a Peña en su despacho para tratar la agenda legislativa. El pedido de desafuero fue parte de la charla y se acordó darle un marco institucional a la requisitoria judicial que, por la tarde, ingresó a la cámara alta.
‘Las autoridades del interbloque de Cambiemos en el Senado han expresado que se desarrollará todo el trámite correspondiente con la prudencia y la institucionalidad necesaria, pensando no en términos partidarios, sino institucionales’, sostuvo Peña tras la dura conferencia de prensa de la ex presidenta. No será el Ejecutivo el que incluya el desafuero en el decreto de Sesiones Extraordinarias sino que será ‘una definición del propio Senado, que tiene que seguir el trámite parlamentario reglamentario’.
Cuando este diario quiso saber su opinión sobre Bonadio, Peña indicó que ‘no nos corresponde a nosotros dar una opinión”. “Somos muy respetuosos de la tarea de los jueces y en todo caso hay ámbitos institucionales para poder dar las discusiones en los que haya que darlos’, añadió el funcionario.
Acerca de las acusaciones de Cristina, el ministro coordinador dijo que ‘es contradictorio con la posibilidad de haber hecho una conferencia de prensa en absoluta libertad como corresponde a todos los ciudadanos, somos todos iguales ante la ley, todos tenemos que dar explicaciones ante la justicia, todos tenemos derecho a la defensa en un proceso judicial con todas las garantías. Todo lo demás corresponde al ámbito judicial y es algo que tienen que contestar desde ese lugar’.
En este sentido, el funcionario remarcó que el pedido de detención de la ex mandataria ‘es un tema que tiene que poder explicar la Justicia”, y luego añadió que “en muchos casos son investigaciones que llevan muchos años, algunas son causas que no avanzaban (durante el kirchnerismo) y después avanzaron. Es el Poder Judicial es el que tiene la autonomía y al mismo tiempo la responsabilidad de dar las explicaciones de cada caso’.
Por su parte, el diputado nacional Waldo Wolff, quien impulsó la reactivación de la causa judicial tras la muerte de Nisman, dijo a este diario que ‘por una tema de independencia de los poderes no puedo evaluar las detenciones. Pero al leer el fallo queda claro que hay pruebas para seguir investigando. Por ejemplo, Bonadio es claro cuando plantea que no se sabe cómo se firmó el Memorándum: o (Héctor) Timerman mintió en su declaración o bien Argentina firmó lo que Irán le puso sobre la mesa’.
En este sentido, el ex vicepresidente de la DAIA, se preguntó ‘porqué el juez (Daniel) Rafecas no investigó en su momento las pruebas. Lo que no se sabe aún quien redactó el Memorándum porque Timerman no tenía capacidad para hacerlo. Quién estuvo en Etiopía: hay una absoluta oscuridad en torno a esto, no sabemos cómo se firmó y si intervino algún funcionario argentino’.i
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