Tras el escándalo y repudio que se generó en torno a los dichos de Elisa Carrió, quien expresó que “gracias a Dios se murió” el ex gobernador José Manuel de la Sota, la diputada nacional debió volver a Buenos Aires por pedido expreso del gobierno nacional.
La funcionaria se encontraba en Córdoba con la supuesta ntención de apoyar la candidatura a gobernador del radical Mario Negri, que competirá con el peronista Juan Schiaretti y el intendente radical de Córdoba, Ramón Mestre. Más allá de esto, desde el oficialismo desmintieron esta versión y aseguraron que mañana estará en Córdoba para realizar visitas a varias localidades.
La frase de Carrió generó la indignación de todo el arco político. La hija de De la Sota, Candelaria, le pidió al propio Mauricio Macri que exija que la diputada se disculpe con ella y su familia.
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Pasado el mediodía, al inicio de la primera sesión de la Cámara de Diputadas, Carrió ingresó al recinto y aseguró, con una sonrisa: “Vengo a poner el cuerpo”, en clara referencia a los ataques que podría recibir por parte de los legisladores. Es que el repudio llego incluso desde el arco oficialista. “Ni Negri ni Carrió representan a la UCR. Hoy hicieron un acto vergonzoso para Córdoba” publicaron desde la cuenta oficial de Twitter la UCR cordobesa.
Esta mañana, además, se involucró Rogelio Frigerio en el tema. El ministro del Interior llamó a Candelaria De la Sota y la invitó a la Casa Rosada. Su par de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, también se refirió al tema y remarcó: "Me parece que en el lenguaje todos tenemos que tratar de ser cuidadosos, cuidar de lo que decimos y de nuestras palabras. Hay que tratar de cerrar aquellos episodios pidiendo disculpas".
“La palabra sólo puede ser entendidas desde lo espiritual y en el contexto que fueron dichas. En ningún momento celebré la pérdida del ex gobernador De La Sota”, se justificó Carrió a través de twitter.
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