Tras un encuentro un poco distante y que duró poco más de 25 minutos de conversación a solas con el Papa Francisco en el Vaticano, Alberto Fernández se prepara para reunirse en las próximas horas con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva. Eso ocurrirá a las 9 de la mañana hora de Roma (4 de la mañana hora argentina).
El hecho de que la reunión con la titular del Fondo se haya podido concretar el viernes, le permitió al presidente mantener la fecha de regreso para el viernes por la noche, aunque en algún momento de la gira se evaluó extender la estadía de Fernández y su comitiva hasta el sábado, ya que el encuentro con Georgieva podía producirse el sábado.
También se evaluaba en ese contexto la posibilidad de que Alberto Fernández viajara hasta Rusia para reunirse con su par Vladimir Putin, a quien habría tenido intenciones de visitar el próximo lunes. Pero eso finalmente no se pudo dar, y se dio marcha atrás con la prórroga del viaje.
Ocurre que, por muy tentador que pueda resultar quedarse un día más en Roma —y descansar un poco de una gira que incluyó un país por día— lo cierto es que el presidente deberá mantenerse aislado cuando regrese, y si llega el sábado los siete días de aislamiento se cumplirán exactamente el viernes 21 de mayo, fecha en la cual vence el DNU vigente sobre el aislamiento social. Y ocasión en la cual el Gobierno debe anunciar cómo continuarán las restricciones de circulación y de las distintas actividades productivas de cara a la pandemia desatada por el Covid-19.
La reunión con Georgieva es clave como un gesto en esta gira internacional que el presidente inició hace prácticamente una semana y en la que se buscó esencialmente el apoyo de los grandes líderes europeos en la renegociación de la deuda argentina con el FMI. Pero difícilmente haya un resultado concreto de ese encuentro ya que, cualquier decisión que el Fondo tome, debe ser aprobada por el Board (directorio) que integran justamente los países más fuertes en materia económica.
En cuanto a la reunión con el Papa Francisco, había muchas expectativas ya que se trató del primer encuentro luego de la aprobación de la Ley del Aborto. Y aunque no trascendieron detalles de cómo fue la conversación, nada se dijo acerca de si el Papa mencionó algo respecto de la aprobación de esa ley.
En el entorno del presidente señalaron que se habló de la lucha contra la pobreza en la Argentina, del impacto de la pandemia en el mundo y de la necesidad de que todos los países tengan acceso a las vacunas, para lo cual sería necesario una flexibilización de las patentes de las vacunas o su liberación, tal como lo planteó el Papa Francisco públicamente. Pero de su posible visita a la Argentina, ni una palabra. “Yo siempre lo invito, pero eso depende de él”, dijo Fernández al salir del encuentro. Parece claro que, en este contexto, el Papa Francisco no tiene entre sus planes más cercanos venir a nuestro país.