Allanaron una vivienda en busca de una moto robada y se encontraron con dos y un auto, también sustraído

Se trata de un increíble episodio que comenzó con un ilícito en Quilmes y que, gracias al seguimiento de las cámaras de vigilancia y al rastreo mediante un dispositivo satelital, culminó con dos sospechosos aprehendidos, quienes venían cometiendo serios destrozos y sembrando temor en el distrito. Los chips dieron certezas en el último tiempo y se convirtieron en un método efectivo para combatir la inseguridad o para dar con la ubicación de los responsables.

Todo comenzó cuando agentes de Prefectura Naval Argentina fueron alertados por el dueño de una motocicleta Honda Titán que había sido robada en jurisdicción de la Comisaría Cuarta. En sintonía y en conjunto con la víctima del robo, quien aportó datos precisos acerca de lo que le indicaba el geolocalizador, ordenaron un allanamiento en una vivienda situada en la intersección de las calles 888 y 816, del barrio La Matera. El mismo fue avalado por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) número 6.

Al ingresar hasta el fondo, divisaron un joven que empezó a correr y que intentó escaparse por la casa de un vecino, que lindaba con la suya. A pesar de que saltó el pequeño paredón, fue detenido de inmediato. Es por ello que se ordenó allanar dicha finca, ya que entendieron que había más información para recabar allí. El resultado fue positivo y secuestraron rodados implicados en asaltos.

Los agentes fueron por un simple ilícito y se encontraron con un Renault Logan robado el pasado 12 de octubre y con otra moto que tenía pedido de captura del mismo día, ambos denunciados en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 12. También secuestraron dos armas de fuego que tenían los tambores con balas que estaban aptas para disparar. Por suerte no hubo enfrentamientos entre las partes. Sin embargo, detuvieron a otro muchacho que vivía en la casa por la que se quiso fugar el primer malviviente.

Entendiendo que eran cómplices, los hombres de 18 y 22 años fueron llevados a la Comisaría Cuarta, donde quedaron detenidos por el delito de “encubrimiento agravado”. Ahora, habrá que determinar su responsabilidad en los robos y será clave el seguimiento de las filmaciones de vigilancia.

La causa seguirá su curso y los rodados serán devueltos a sus respectivos dueños, que los perdieron en manos de delincuentes. Es importante resaltar que no hubo heridos en esos hechos, aunque el daño psicológico causado es realmente grande.