En el Mirasol se volvieron a encender las alarmas, porque los equipos que tiene debajo en la tabla, Rafaela y Brown de Adrogué, volvieron a sumar. Enfrente tendrá un Dragón que quiere meterse en el Reducido.
Queda claro que Almirante Brown no encuentra un tiempo para relajarse. Quizás la profunda irregularidad esté ganando la partida. Lo cierto es que no puede dar ese salto hacia la tranquilidad, o al menos acercarse a ello. Y esa será la misión en lo que será la fecha 33 de la Primera Nacional, en cuyo contexto, el próximo lunes a las 15 visitará a Defensores de Belgrano, con arbitraje de Jorge Broggi.
Aquella victoria en el Nuevo Francisco Urbano, en el clásico ante Morón, parecía poner a Almirante Brown en carrera de despegue, pero no pudo ser. Siguieron empates con Temperley y Brown de Adrogué (en la última jugada dejó dos puntos). Por ello el cruce Almagro, en Casanova, era fundamental para encarrilar el andar. Tampoco pudo ser para el equipo de Daniel Bazán Vera, porque la nochecita del viernes pasado en el Fragata Sarmiento terminó en derrota 1-2.
Por ello dejó pasar otra oportunidad franca de desentenderse de la pelea por el descenso, ya que una victoria lo habría consolidado en una posición favorable con respecto a Brown de Adrogué y Atlético Rafaela, los únicos dos equipos que tiene por debajo en la tabla. A ello se le sumó la inesperada victoria del Tricolor 2-0 sobre Colón, en Santa Fe, y el empate de la Crema con San Martín de San Juan. Esto hizo que las distancias se acortaran y así las alarmas vuelven a encenderse.
¿Por qué sonaron nuevamente? Porque Rafaela y Brown de Adrogué sumaron nuevamente y cada vez se achica el margen. Todavía lo tiene Almirante (30 puntos, contra 23 de Brown y 20 de Rafaela)
A todo esto, el viaje al Bajo Núñez para visitar a Defensores de Belgrano asoma riesgoso, porque el Dragón, con 50 puntos, está en otra cosa: clasificarse al Reducido por el segundo ascenso.