La situación fue advertida por un compañero, quien notificó a las autoridades. Su madre indicó que está en tratamiento psiquiátrico y que hacía un año que no asistía a clases.
En medio de un conmocionante episodio, una alumna de una escuela de Florencio Varela llevó una pistola cargada y más de 150 municiones en su mochila y fue delatada por un compañero, en tanto que la madre indicó que permanece en tratamiento psiquiátrico y que no asistía a clases desde hacía un año, mientras que intervinieron las fuerzas policiales, quienes secuestraron el arma e iniciaron una investigación para saber si hubo negligencia familiar.
Se trata de un caso que estremece a la comunidad y que pone en alerta a las autoridades de todas las instituciones educativas tanto públicas como privadas del extenso territorio bonaerense. Así las cosas, lo que pudo haber terminado en una tragedia, fue una advertencia y un precedente para que no ocurran actos terroristas en lugares donde hay cientos de menores de edad.
Todo comenzó durante la jornada del viernes, en la secundaria 26, situada en la calle Delhi al 1300, en jurisdicción de la Comisaría Tercera. Allí ingresó una adolescente de 16 años que, según su madre, atravesó momentos complejos que la llevaron a iniciar un tratamiento psiquiátrico. Para colmo, hacía más de un año que no acudía al establecimiento y recién se estaba reincorporando. Lamentablemente, el retorno no fue el esperado.
Un compañero de la implicada, dialogando con ella, se enteró que la jovencita tenía en su mochila un revólver motivo por el cual le avisó a los directivos. Estos actuaron con inmediatez, la separaron del curso y llamaron al 911. Agentes policiales se apersonaron y recibieron el bolso en cual estaban los útiles, las carpetas, pero también una pistola Bersa 380, cargada con cuatro balas y varias cajas que sumaban más de 150 municiones.
Según explicaron allegados al curso al cual iba, el arma pertenece al padre, que practica tiro. Sin embargo, el caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 2 y del Fuero de Responsabilidad Juvenil, quien actúa para saber si hubo negligencia por parte de la familia y cómo la adolescente lo llevó a la secundaria sin que nadie se diera cuenta.
Lo cierto es que la comunidad educativa está sumergida en una conmoción muy grande y allegados plantearon que los directivos se tendrían que haber contactado con las familias y que eso no pasó. Precisaban explicaciones urgentes y dijeron que si ella hubiese salido de cursar y hubiese decidido mostrar el arma, estaríamos hablando de una verdadera tragedia sin precedentes en el distrito.
Cabe destacar que la causa fue caratulada como “Tenencia ilegal de arma de guerra” y la alumna fue puesta bajo estrictas órdenes médicas, como así también le brindaron el apoyo y un seguimiento puntilloso por parte de un gabinete compuesto por terapeutas especializados en la materia.