La joven de Burzaco sorprendió con una labor superlativa en los diferentes torneos en el país y está inscripta para el certamen continental a desarrollarse en 2025.
La patinadora Camila Mencia, de Burzaco, está inscripta para competir en la Copa América de patinaje en Estados Unidos, en 2025, que tendrá sede en Orlando, una oportunidad con la que la chica de 16 años sueña desde muy temprano, y que da forma con los resultados positivos en los Nacionales, en lo que fue su primer año como internacional.
"Esto es algo que siempre soñé desde chica. En mi librito de objetivo, cuando ya tenía 8 años, ponía la posibilidad de llegar a la categoría internacional y hoy no lo puedo creer", señaló la atleta, que ahora con 16, palpita los desafíos que se asoman.
Para que eso ocurra fue vital la ayuda de toda la familia. "Es mucho el sacrificio, tanto el propio como el de mis papás y mis entrenadores para llegar a donde tanto quería", afirmó, en declaraciones al portal El Diario Sur.
Para estar en la nómina rumbo al país norteamericano hubo que afrontar una serie de Nacionales en los que obtuvo distintos resultados, la mayoría positivos, tanto en Córdoba como en San Juan, para recalar en la grilla estelar.
"Siempre mi sueño está en poder representar a mi país", resaltó la deportista de Almirante Brown, que se enfoca en los torneos que le toque afrontar para ir cumpliendo con esas promesas que se hizo.
"Siempre que voy a entrenar al Club Mitre viajo en colectivo y hay un paredón blanco que tiene la bandera argentina y está la virgencita, y siempre que pasó por ahí le rezo que 'por favor algún día pueda representar al país'", indicó. Y añadió: "Y también me pasa que cuando en el colegio pasan el himno me pongo a llorar porque yo me imagino en un podio internacional representando al país y cantándolo con orgullo".
En el Bartolomé Mitre de Temperley, junto a sus entrenadores, realiza una rutina que corrobora una notable profesionalidad. "En Mitre estoy los martes, jueves y viernes, de 14 a 20, haciendo primero ejercicios físicos y después una rutina libre que voy tratando de corregir, en tanto que para el último tramo vuelvo a hacer físico".
A esto le agrega otra serie de ensayos en el Club Pueyrredón, en Burzaco, donde ayuda a la hermana, que es entrenadora de la misma especialidad para niños. "Los lunes y miércoles, de 15 a 20, patino primero libre, después ayudo a Jazmín y cierro con otra rutina libre", resaltó. Y a todo eso le suma lo que hace sábado y domingo, en ambos clubes, en una semana compleja que no frena su marcha con los patines.
Sobre esa chance de sumar rodaje con la hermana, señaló: "Me encanta, porque ella tiene un cariño y una forma de darme clases que me ayuda un montón. A veces nos peleamos porque, como hay mucha confianza, se nos cruzan los cables y nos peleamos. Pero nos ayudamos un montón".
"Este año fue difícil para mí porque soy una persona que le presta mucha atención a la cabeza, soy muy psicológica. Y en el primer torneo estaba muy nerviosa, aunque pude dar todo lo que tenía en el momento", señaló, en relación a las rutinas expuestas, tanto la corta, de poco más de 3 minutos, y la larga, de 4, en la que se destacó notablemente.
Y ahora toca perfilarse para lo que viene. Y con una ayuda municipal que recibió desde Almirante Brown, además de sponsors, espera poder tener su chance, esa de subirse al podio y "cantar el himno con orgullo".