El hecho ocurrió a la altura de Quilmes, y el conductor de la unidad optó por continuar la marcha para evitar que quienes atacaron el micro les robaran a los pasajeros.
En un nuevo episodio de inseguridad, pasajeros de la línea 159 de colectivos sufrieron un ataque de lluvia de piedras cuando circulaban por la autopista a la altura de Quilmes, las cuales rompieron los vidrios y provocaron conmoción entre los presentes, que se salvaron de milagro de salir heridos, en tanto que la preocupación crece debido a que hace poco menos de un mes, una niña de 3 años terminó con el cráneo fracturado y aún no se tomaron las medidas pertinentes para evitar dichos sucesos.
En medio de la ola de inseguridad que azota todo el conurbano bonaerense, hay ilícitos que no tienen que ver con los robos pero que atentan de igual manera a los ciudadanos, que siempre se ven afectados por los manejos de los criminales. En esta oportunidad, un conjunto de personas apedrearon un ómnibus y pudieron haber ocasionado una verdadera tragedia, que por suerte no ocurrió.
Todo comenzó en la noche del domingo, pasadas las 21, cuando una unidad de la línea 159 de colectivos pertenecientes a la empresa Micro Omnibus Quilmes Sociedad Anónima (MOQSA) circulaba repleta de pasajeros por la autopista Buenos Aires-La Plata a la altura de Quilmes. Se trata de una zona que los especialistas en materia de seguridad llaman “corredor inseguro”, debido a que hay grupos de bandidos al acecho esperando para delinquir a quienes pasan por ahí.
Lamentablemente, esta no fue la excepción y de un segundo para otro, una lluvia de piedras hizo estallar una de las ventanillas, mientras que las restantes golpearon en la chapa y causaron un gran estruendo. La conmoción fue inmediata, debido a que había un sujeto viajando al costado, al cual los cascotes le rozaron la cabeza. Pero milagrosamente, ni siquiera las mínimas astillas de vidrio cayeron o cortaron a los presentes, algo que podría haber ocurrido sin lugar a dudas.
El chofer del colectivo decidió continuar el trayecto, ya que sabía que, en caso de detener la marcha, era muy probable que los tiradores se acercaran a robarle a los pasajeros. Es por ello que tuvieron que culminar su viaje con temperaturas bajas, el viento debido a la velocidad del vehículo que penetraba por el hueco, y el estremecimiento por lo vivido de un momento para otro.
Lamentablemente, esto no es la primera vez que pasa y, particularmente, la línea 159 es la que más se ve afectada en estos casos. Sin embargo, en otras formaciones hubo casos de igual gravedad, como el que conmocionó a la comunidad hace algunas semanas. Una niña de 3 años llamada Roma sufrió la fractura de su cráneo luego de que lanzaran una piedra de gran tamaño a una formación del 148.
Es por dicho motivo que los conductores no solo piden presencia policial en los transportes, sino que exigen patrullajes en estos corredores delictivos en los cuales se multiplican los episodios de violencia que ponen en peligro la vida de los ciudadanos.