Tras una extensa investigación, efectivos de la Comisaría Cuarta se acercaron a una vivienda de 823 y 887. Sus dos ocupantes intentaron huir. Uno de 28 años fue atrapado de inmediato, y el otro, de 27 años, ingresó a la casa de una vecina a la que amenazó con un arma, pero finalmente depuso su actitud.
A raíz de una extensa investigación, agentes policiales llevaron a cabo un allanamiento y desarticularon una banda que se dedicaba a comercializar estupefacientes en las calles de San Francisco Solano, en tanto que tras una breve persecución, detuvieron a dos sujetos, uno de ellos armado, que intentaron darse a la fuga cuando vieron el operativo, mientras que secuestraron casi dos mil dosis de cocaína que estos tenían encima y fueron puestas a disposición de las autoridades judiciales.
El hecho se da en medio de una incansable lucha contra el narcotráfico que se da en el distrito. Si bien se venían llevando adelante varias detenciones en diversos puntos y barrios, en la mayoría de ellas no podían dar con grandes cantidades de dichas sustancias. En esta ocasión, el golpe fue muy duro y esperan el avance de las investigaciones para encontrar a más implicados en esta red criminal, que se cobra vidas todos los días tanto en Quilmes como en sus alrededores y causa muchísimo daño.
Comenzó con la denuncia de vecinos de la barriada situada en la intersección de las calles 823 y 887, cuando mencionaron que había dos hombres que vendían droga y que sembraban el temor en el lugar. Es por ello que agentes policiales tomaron la decisión de empezar a investigar al respecto como encubiertos. Fueron largas jornadas durante varias semanas, en las cuales se acercaron a la zona y tomaron fotos y videos de los sospechosos llevando adelante las operaciones correspondientes para constatar el relato vecinal.
Una vez comprobado, le avisaron a las autoridades y así fue que la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 dio luz verde para allanar un domicilio que queda en la misma cuadra, en el cual estos guardaban la mercadería y el dinero de las transacciones.
En sintonía, el Grupo Táctico Operativo (GTO) de la Comisaría Cuarta de Solano se apersonó en el lugar. Los sujetos, al ver a los uniformados, intentaron darse a la fuga a pie. Corrieron sin parar, pero uno de ellos, de 28 años, fue atrapado a solo 50 metros y dieron cuenta que encima llevaba una importantísima cantidad de dosis de clorhidrato de cocaína. En total eran 1970 paquetes fraccionados en bolsitas de nylon, que pesaban 254 gramos. Para corroborarlo, debieron hacer el respectivo test de orientación.
Por otro lado, el malviviente restante, de 25, se metió en una vivienda del barrio y amedrantó a una vecina. Portaba una pistola calibre 32 marca Smith & Wesson, con seis balas en el tambor y apta para disparar. A pesar de las amenazas, los uniformados se metieron en dicho domicilio y lo aprehendieron. Por fortuna, no se desató un tiroteo. Este, a diferencia del otro, no llevaba consigo drogas.
Los sospechosos fueron trasladados a la mencionada seccional y el primero será juzgado por "tenencia ilegal de estupefacientes con fines de comercialización", mientras que al restante se le suman las acusaciones de "tenencia ilegal de arma de uso civil y violación de domicilio".