El hombre de 53 años amenazaba a sus vecinos con armas largas y torturaba perros y gatos en el barrio. Al allanar su vivienda encontraron dos revólveres, una escopeta, un rifle de aire comprimido, municiones, cuchillas y cartuchos antitumulto.
Agentes policiales de Florencio Varela llevaron a cabo un allanamiento y detuvieron a un hombre apodado “El Loco de la Guerra”, que amenazaba a sus propios vecinos con armas largas y torturaba perros y gatos en el barrio, en tanto que sembró temor durante muchísimo tiempo y, al ingresar a su vivienda, descubrieron un arsenal infernal, con miles de municiones y objetos relacionados, motivo por el cual quedó detenido a disposición de la Justicia.
Se trata de un sujeto muy peligroso para la comunidad, que atacaba a los más débiles y amedrentaba a las personas que vivían a sus alrededores. Las víctimas no sabían cuándo podría atacar y es por dicho motivo que realizaron reiteradas denuncias a la Policía para que lo frenen. Después de tanta insistencia al respecto, consiguieron que las autoridades judiciales se encargaran del tema.
Ocurrió en una vivienda situada en la calle Castro Barros al 200, en jurisdicción de la Comisaría Primera de Florencio Varela. Hasta allí se dirigieron agentes del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la mencionada seccional, por orden de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) número 1 del Departamento Judicial de Quilmes. Es que habían empezado a investigar y notaron el comportamiento violento del sospechoso de 53 años, que a diario daba lugar a estas prácticas fuera de control.
Durante algunas semanas, realizaron tareas de campo que determinaron el allanamiento, el cual realizaron con éxito y lograron ponerle las esposas. Le leyeron los cargos correspondientes y, en simultáneo, los uniformados le revisaron el domicilio. La sorpresa fue realmente grande, ya que si bien sabían que estaba armado, nunca pensaron que iba a poseer semejante arsenal.
“El Loco de la Guerra”, como lo llamaban quienes vivían cerca suyo, torturaba animales, ya sean perros y gatos, y amenazaba a los vecinos con pistolas largas. Al identificarlas, los agentes descubrieron que se trataba de una escopeta con balas de goma, dos revólveres calibre 4.5, un rifle de aire comprimido, cuchillas, esposas, cartuchos antitumulto, una ballesta con dardos de acero y municiones de plomo y acero.
La cantidad de armas sin registrar, es digna de alguien que más que fanático, podría decirse que está fuera de sus cabales. Además, dentro de ello, hay una inversión millonaria en dichas máquinas. Milagrosamente, a pesar de las constantes amenazas que llevó a cabo, no disparó ni hirió a nadie. De haberlo hecho, la historia hubiese sido completamente distinta.
El hombre fue trasladado a la seccional Primera, donde quedó alojado a disposición de la Justicia. Si bien no saben qué sanción recibirá, lo cierto es que pasará un tiempo sin amedrentar a los lugareños de su propio barrio y ellos podrán gozar de cierta tranquilidad, la que por mucho tiempo no tuvieron.