Dos amenazas de bomba tuvieron en vilo a los quilmeños

La jornada del martes fue realmente movida para todo Quilmes luego de que de manera anónima hayan anunciado que iban a “hacer volar” dos lugares muy concurridos del territorio. La intervención inmediata de las autoridades hizo que las situaciones queden desbaratadas, aunque para ello se movilizó mucho personal y hasta el tránsito fue demorado.

La primera secuencia, en la estación de trenes quilmeña, tuvo lugar minutos antes de las 15, cuando una persona de manera anónima llamó al 911 para decir que había una bomba en las instalaciones del lugar. En este tipo de situaciones, se activa el debido protocolo y fueron hasta allí los Bomberos Voluntarios del cuartel principal, agentes de la Comisaría Primera, Defensa Civil y el Grupo Táctico Operativo (GTO).

Estuvieron un largo rato, investigaron en todos los espacios y finalmente comprobaron que se trataba de una mentira. Lamentablemente, en todo ese tiempo, miles de pasajeros se vieron privados de seguir con su recorrido y llegar a tiempo a los respectivos destinos. Cabe destacar que cuando se anula una línea, perjudica también a las otras y los horarios empiezan a cambiar, motivo por el que los perjudicados optaron por alternativas como el colectivo y aplicaciones de traslado, hasta que confirmaron la normalización y retornó el servicio.

Pero como si eso fuese poco, dos horas más tarde hubo otro llamado al 911 en el cual un anónimo sostuvo que había una bomba en el baño de la Escuela Media 3 de Quilmes Oeste, situada en la intersección de las calles Corrientes y Manuel Quintana. De inmediato, llegó la brigada antiexplosivos y, de igual manera, agentes de las correspondientes seccionales policiales, bomberos y demás.

Evacuaron a más de 30 alumnos que se encontraban en el establecimiento y los llevaron hasta Andrés Baranda y Entre Ríos, donde los dejaron un rato junto a docentes, personal no docente y directivos. Por suerte no hubo noticias al respecto y creen que puede haber sido algún joven que quiso evitar un examen de una manera poco creativa, costosa y arriesgada.

Las autoridades judiciales se encuentran investigando ambos casos para localizar a los responsables y sancionarlos de manera debida por las molestias causadas a tanta gente. El gasto en este tipo de operativos es gigante, por la movilización de vehículos y personal, además de ambulancias y agentes municipales.