El refugio Las Renatas de Virrey del Pino protege animales con algún tipo de discapacidad y busca darles una nueva oportunidad. Pero las lluvias complicaron el panorama financiero y el futuro del lugar.
Más de 200 perros de Los Renatos, un refugio de animales de la localidad de Virrey del Pino, se encuentran en peligro tras las últimas tormentas que castigaron al lugar, con medio metro de agua acechando los ahora inhabitables caniles instalados sobre una superficie prácticanente inundada.
"Las lluvias nos han complicado fuertemente porque tenemos una gran parte del terreno que está inundado. Tenemos más de 200 animales en riesgo con casi 40 centímetros de agua en gran parte de la superficie", relató Giselle Ferrero, la presidenta del refugio.
"Después de mucho esfuerzo logramos evacuar a una buena parte de los Renatos a zonas altas en donde no llegó el agua. Sin embargo, la necesidad es mucha y requerimos mucha asistencia de quienes puedan ayudarnos", pidió encarecidamente Giselle, quien lleva mucho tiempo dedicando su vida al proteccionismo.
Las Renatas es una iniciativa que se dedica a trabajar con animales con algún tipo de discapacidad: "Buscamos darles una nueva oportunidad a esos peludos que necesitan un tratamiento especial por haber sufrido accidentes o por malformaciones de nacimiento. Es por esto que los requerimientos que necesitamos son aún mayores a los de los refugios tradicionales ya que tenemos que tener gabinetes de internación para poder brindar el sostén necesario en materia de salud".
Las lluvias complicaron el panorama financiero y de vida del refugio: "En lluvias anteriores, desagotábamos el agua que se nos acumulaba en partes centrales en una zona delantera del refugio. Sin embargo, las lluvias intensas de esta última semana complicaron aún más el panorama porque esa zona ya está llena de agua y no tenemos adonde más poder sacarla. Es una situación desesperante porque tenemos animales rurales como cabras, ovejas, toros y caballos que lamentablemente están viviendo en el agua de forma temporal".
Giselle resaltó que cuentan con "un grupo de colaboradores que entran con botas al refugio para llevarles comida y agua a la zona más alta del lugar, en donde no está inundado".
Ante esta situación dramática que les toca vivir, Giselle apeló a la ayuda a la comunidad: "Necesitamos que nos puedan ayudar con adopciones. Es muy importante que la gente pueda adoptar a algunos de los animales que tenemos para poder garantizarles una vida mejor dentro de una familia".
También pidió materiales "para rellenar y nivelar el campo. Según el cálculo que hicimos necesitamos alrededor de mil camiones llenos de relleno para poder cubrir toda la extensión. La ayuda económica siempre es bienvenida y nos da un espaldarazo para poder afrontar los gastos que tenemos en el día a día".
Según los cálculos mensuales, el refugio tiene un gasto muy alto: "El desembolso fijo que tenemos es de alrededor de cuatro millones de pesos mensuales que debemos afrontar para poder seguir con la iniciativa. La gran parte de esa cuota la dedicamos a la comida de los Renatos. Los gastos van en aumento y los ingresos no acompañan al mismo ritmo lo que dificulta cada vez más sostener este proyecto".