El proyecto de nuevo Código de Ordenamiento Urbano de San Isidro suma apoyos

“La mayoría de los miembros de la Cámara, además de ser comerciantes, somos vecinos. Por eso, vemos esta situación desde ambos roles. Históricamente, Boulogne y Béccar eran ciudades productivas con muchas fábricas, pero se transformaron en ‘ciudades dormitorio’. Esto trajo problemas como falta de servicios y un desarrollo comercial restringido. El último código, lejos de impulsar el crecimiento, fue tan restrictivo que impidió construcciones en zonas clave, como las inmediaciones de la estación. En mi propia manzana, cerca de la estación, solo viven 14 personas. Esto es algo inusual y negativo para cualquier comunidad”, sostuvo Cerioli.

Respecto de las posibilidades que abre el nuevo código, el dirigente empresarial consideró: “El nuevo COU cambia esta realidad. Más allá de las críticas, creemos que es una gran oportunidad para potenciar tanto a los vecinos como al comercio. Boulogne necesita urgentemente posibilidades laborales, especialmente en un contexto donde muchas zonas cercanas están sufriendo marginalidad y problemas graves como el consumo de drogas. El desarrollo urbano y comercial puede cambiar esta realidad, brindando más oportunidades y alejando a los jóvenes de caminos equivocados. En las últimas décadas, muchas zonas del partido no ofrecían más alternativas que un empleo municipal. Este código abre nuevas puertas, multiplicando oportunidades. Por eso, no solo lo apoyamos, sino que lo vemos como un acto que cumple con un mandato cristiano: generar y multiplicar recursos”.

En relación al rol de la Comuna en el proceso, el titular de la Cámara Cerioli remarcó: “El apoyo del Municipio es fundamental. Este año, como institución, recibimos capacitaciones y apoyo directo, algo que nos ha fortalecido mucho. En una cena que realizamos al finalizar el año pasado, con la presencia de funcionarios como Lucas Prieto, subsecretario de Asuntos Institucionales, pedimos dos cosas clave: el desalojo de la venta ambulante clandestina y un plan de desarrollo a largo plazo. El nuevo COU responde a esta última solicitud, lo cual es esperanzador”.

Posteriormente planteó la necesidad de “claridad en las reglas de trabajo. Por ejemplo, el uso del espacio público debe estar bien regulado para evitar discrecionalidades. Saber exactamente qué está permitido nos da tranquilidad para trabajar dentro de la ley”.

En definitiva, Cerioli reafirmó: “El nuevo COU representa una base para crecer y recuperar el potencial dormido de Boulogne. Es una oportunidad para transformar la zona en un lugar más habitable, con más empleo y mejor calidad de vida para todos”.