La parroquia de San Cayetano ubicada a una cuadra de la Comisaría Quinta sufrió el segundo robo en menos de un mes. En esta ocasión, los desconocidos se llevaron estufas e imágenes religiosas y provocaron distintos destrozos.
En un nuevo episodio de inseguridad en Quilmes Oeste, delincuentes ingresaron, robaron elementos de valor y causaron destrozos en el santuario de San Cayetano, el cual está situado a solo una cuadra de la Comisaría Quinta, mientras que la parroquia viene sufriendo hechos similares desde hace varios meses, motivo por el cual el cura encargado llamó a la solidaridad, a reflexionar y sostuvo que no debería suceder que haya personas que recurran a esa modalidad para llevar el plato de comida a sus casas.
Hace muy pocas semanas, en el comienzo de septiembre y días después de los festejos del Santo Patrono del pan y del trabajo que tuvieron lugar en todo el país pero precisamente en la sede del distrito, se había dado a conocer la lamentable noticia de que ladrones habían robado dinero en efectivo durante la madrugada y algunos objetos del espacio. Pero, según explicó el párroco, esto es algo habitual y en su último comunicación reveló otro ilícito que se desarrolló el domingo y que los deja en situación de vulnerabilidad.
Según explicó el cura del santuario de San Cayetano, Guillermo López, malvivientes se metieron y se llevaron las garrafas con las que encienden las estufas. También se metieron en los camarines, donde guardan imágenes y algunos elementos relacionados a la religión, que no tienen valor económico, y causaron destrozos que deberán ser reparados. Es por ello el descontento, teniendo en cuenta su cercanía con la seccional policial.
Y es que la parroquia, situada en avenida Mosconi al 21, en el barrio de La Cañada, queda a tan solo 100 metros de la Comisaría Quinta, lo que deja a las claras la impunidad con la que actuaron. Si bien no mencionó ese hecho en el texto, pidió a quienes perpetraron el acto, que se cree que son del vecindario, que no recurran a ello para financiarse.
“Estamos transitando tiempos difíciles, dónde desde varios sectores y lugares hacen que la lucha de pobres contra pobres sea todavía más cruda. Mi intención no es echar culpas, pero sí llamarnos a reflexionar y poder acompañarnos. La salida es colectiva, la salida es desde la conciencia social, dónde nadie tenga que llegar a recurrir a estas cosas para llevar el plato de comida a casa”, indicó el padre Guillermo.
Para colmo, no tienen sistemas de prevención dentro de las instalaciones y es por ello que explicó que, de ahora en más, tomarán medidas para evitar futuros robos o identificar a quienes los hagan. “Ya estamos trabajando en la colocación de cámaras (de monitoreo) y reforzar la seguridad en nuestra casa común. Les pido que nos ayuden también ustedes a cuidar nuestro espacio”, señaló.
Si bien se desconoce si realizó la denuncia policial, los vecinos piden más presencia en el barrio, ya que es imperdonable que roben a una cuadra de la comisaría como si la misma no existiera.
“Seguiremos apostando por una iglesia de puertas abiertas, de acompañar a quienes lo necesitan, seguiremos apostando por la olla popular que pueda arrimar el plato de comida a aquellos que no la están pasando bien, seguiremos apostando por ser una iglesia capaz de recibir, de sanar, de acompañar”, cerró el párroco.