A menos de dos horas de la Capital Federal se puede disfrutar al máximo del Río Salado y también tomar contacto con la historia en el museo de las estancias rodeado del bosque encantado y con el presente a través de los productos regionales locales.
Los hábitos de vacaciones cambiaron y las escapadas de varios días son las preferidas por quienes buscan un descanso. Y General Belgrano, a pocos kilómetros de la Capital Federal, surge como una gran opción con diferentes propuestas tanto para estar en contacto con la naturaleza como con la historia y la producción agraria actual.
El río Salado atraviesa el municipio y otorga 5 kilómetros de paseo con el adicional de que para quienes buscan refrescarse el balneario Norte tiene una playita que permite bañarse con servicio de guardavidas, alquiler de kayak y canoas, venta de bebidas y comidas, sombrillas y camastro. Además, en el Parque Mateo Bruzo, con cargo, está la pileta olímpica municipal para niños y adultos con 4 metros de profundidad. La ciudad cuenta también con un parque termal privado, con aguas de alta mineralización. El mismo tiene 4 piletas, una cubierta, con diferentes temperaturas de agua termal y, en esta época del año, dos piletas con agua natural fría, sin propiedades minerales.
General Belgrano tiene también, a 13 kilómetros del casco urbano, el Museo de las Estancias, un espacio que ofrece un viaje en el tiempo por las antiguas estancias bonaerenses, rodeado por el Bosque Encantado con más de 88 especies vegetales centenarias y más de 30 especies de aves en un predio de 24 hectáreas. A su vez, dentro de la ciudad, enfrente de la estación de trenes, se encuentra el museo histórico municipal en un edificio construido a fines de siglo XIX donde funcionó uno de los primeros comercios de la ciudad, la panadería El Cañón. Don Alfredo Múlgura donó diversos objetos dando lugar a la creación del museo, que además tiene una sala en honor al prócer Manuel Belgrano y una en reconocimiento a los ex combatientes de Malvinas.
En otro sector rural se encuentra la Granja Educativa Puilque, la primera ecoludoteca de la provincia de Buenos Aires. En el predio de 12 hectáreas el contacto con la naturaleza permite conocer diferentes animales, cosechar verduras y un espacio lúdico repleto de juegos.
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