Agentes de la División Cibercrimen allanaron una vivienda en Quilmes, donde se encontraba el sujeto y secuestraron celulares y discos rígidos con imágenes y videos.
En el marco de una investigación que intenta desbaratar una red de comercialización de pornografía infantil, agentes policiales de la División Cibercrimen allanaron una vivienda en Quilmes e imputaron a un joven de 21 años por tenencia de material comprometedor, en tanto que secuestraron teléfonos celulares y discos rígidos que a simple vista estaban repletos de imágenes y videos de dicha índole, motivo por el cual continúan los trabajos para dar con el paradero de más responsables.
El procedimiento estuvo supervisado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 8 de Berazategui, que es especialista en este tipo de delitos y apuntó contra el sujeto al que fueron a buscar, aunque no lo llevaron detenido. Lo cierto es que las tareas consistieron en requisar el domicilio y notificarle el motivo por el cual estaban allí. Buscan desentramar todos los focos posibles en los cuales hayan pederastas operando desde la oscuridad cibernética.
Todo comenzó en la mañana del martes, cuando agentes de la División de Cibercrimen en conjunto con uniformados policiales quilmeños se acercaron a una vivienda situada sobre la calle San Mauro Castelverde en Quilmes Oeste, en jurisdicción de la Comisaría Tercera del distrito. Allí se toparon con la persona a la cual iban a buscar, un joven de 21 años, que fue descubierto por los operarios de inteligencia de las fuerzas difundiendo material comprometedor relacionado con abusos infantiles.
Tras leerle el acta en la que se lo imputaba, pasaron a secuestrar un teléfono celular Motorola y otro Xiaomi Note 11, que estaban repletos de pornografía infantil. Además, se llevaron dos discos rígidos de importante amplitud de almacenamiento y serán peritados por agentes judiciales. Creen que el sindicado es parte de una red criminal que se dedica a comercializar este tipo de contenido que muestra de manera explícita los terribles vejámenes hacia menores de edad.
El modo de compra y venta sobre el cual trabajan en este y los demás casos, es a través de redes sociales como Facebook o Telegram, ya que los agresores entienden que los controles allí son menores, o no llegarán a manos de las autoridades. Además, se desempeñaba como chofer de aplicaciones, lo cual supone un verdadero riesgo para sus pasajeros teniendo en cuenta su conducta.
La causa fue caratulada como “Tenencia de representaciones sexuales de menores de 18 años con fines de distribución o comercialización” e interviene el Juzgado de Garantías número 1 del Departamento Judicial de Quilmes. El imputado deberá acercarse a la sede judicial cada vez que se lo cite para brindar toda la información que lo comprometa y así poder seguir con la investigación.
Cabe destacar que existen agencias de seguridad internacionales que están en constante contacto con fiscales y notifican cuando encuentran que se está operando con material de abuso sexual infantil.
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