Lo hacía a cambio de drogas y dinero en las instalaciones abandonadas de un frigorífico de Bernal Oeste. Las víctimas lograron denunciar los vejámenes, la justicia intervino, y la acusada se encuentra detenida.
Una mujer acusada de explotar laboralmente a dos hermanitos de 11 y 12 años y de prostituir a una adolescente de 15 años a cambio de drogas y dinero en el predio de un ex frigorífico de Bernal Oeste comenzó a ser juzgada en los Tribunales de Quilmes, mientras que los damnificados brindarán su testimonio al respecto durante el juicio y esperan una pena ejemplar para la agresora, que llega a la cita en condición de detenida.
Se trata de un caso aberrante que tuvo rehenes de las manos de la sindicada a tres menores de edad, a quienes obligó a cometer actos no deseados y a mendigar para quedarse con la recaudación. Cabe destacar que esto sucedió en un territorio abandonado, el cual fue ocupado por varias familias y que en algún momento fue utilizado para hacer “guerras de paintball”. Al no haber control policial allí, se daban este tipo de situaciones lamentables.
Todo comenzó por 2022, cuando la acusada Julia Eva Domínguez de 46 años, ingresó al predio del ex frigorífico Inga, situado en la intersección de Agustín Pedemonte y Camino General Belgrano, en Bernal Oeste. Allí vivían personas en situación de calle y ella -según la imputación- se aprovechó de la vulnerabilidad de dos pequeños hermanitos, de 11 y 12 años, a los que sometió a pesar de su corta edad.
Según indica la acusación, los obligaba a pedir limosna en la calle y realizar tareas para que obtengan dinero. Ella les quitaba los billetes y los amenazaba con que los iba a matar si no seguían trabajando, o que iba a agredir a sus familiares. Pero los vejámenes no terminaron allí e hizo lo propio o algo muchísimo peor con otra jovencita que también residía en las instalaciones abandonadas del lugar.
La adolescente de 15 años fue obligada por Domínguez a prostituirse. Abusaron de ella a cambio de dinero y drogas y la regenteadora se quedaba con el botín. También estaba amenazada y temió por su vida en algún momento, ya que los pederastas se ponían violentos por el efecto de las sustancias. Pero por suerte lograron denunciar lo que les estaba pasando y el futuro de los tres menores cambió por completo.
Es por ello que la fiscal María de los Angeles Attarian Mena, pide que se la condene por el delito de “explotación laboral infantil en concurso real con promoción y explotación sexual agravada”. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 decidirá el futuro de la sindicada, que es defendida por Silvia González.
Los damnificados brindarán su testimonio a dos años de la detención de la imputada y esperan una sanción ejemplar por los daños causados.
Cabe destacar que tanto los abusos como las demás agresiones ocurrieron dentro y fuera del predio del frigorífico. Este fue ocupado debido a que estaba deshabitado, en peligro de derrumbe. Además, lo habían utilizado para hacer guerras de paintball y cobrar una entrada, algo totalmente peligroso y que encima está prohibido.