Es el ubicado a la altura de la avenida Arturo Illia en San Justo. Vecinos y comerciantes se ilusionaron con una posible reactivación hace unas semanas, pero tras algunos movimientos, regresó la quietud. Nadie tiene datos precisos.
En menos de un mes, se cumplirá un año de la paralización de la obra de construcción de un cruce bajo las vías del ramal Temperley-Haedo de la Línea General Roca (LGR) en el cruce con la avenida Arturo Illia en San Justo. Y los vecinos y comerciantes afectados por el cierre de 450 metros de esa arteria carecen de precisiones sobre lo que puede pasar con el emprendimiento iniciado en mayo de 2022 con un plazo de ejecución de entre 2 y 3 años.
Si hoy se reanudara, tendrían que afrontar por lo menos un año más de neutralización: un cartel ubicado en Illia y Rincón dando cuenta de su realización, del ex Ministerio de Obras Públicas de la Nación -ahora es una secretaría- incluye un agregado en su parte inferior indicando: "Obra paralizada por el gobierno nacional (resta el 40%)".
Y el primer trabajo que debería realizarse sería retirar la tierra con la que se tapó la excavación que se había realizado, ante la queja de vecinos por la laguna que se formaba cuando llovía y la advertencia de que el agua estancada constituía un lugar ideal para la cría de mosquitos.
Los convenios para la ejecución del emprendimiento, ubicado a la altura de la avenida Presidente Arturo Illia -una de las principales arterias de San Justo- se firmaron el 19 de julio de 2021, con la participación del entonces ministro de Transporte de la Nación Alexis Guerrera, de quien era el presidente de Trenes Argentinos Operaciones e Infraestructura, Martín Marinucci, y del intendente Fernando Espinoza. La inversión estimada entonces alcanzaba a los 1.500 millones de pesos, en el marco del Plan Modernización del Transporte Ferroviario.
En mayo de 2022 comenzaron los trabajos, luego del cierre de uno de los pasos a nivel más importantes de San Justo, por su ancho y volumen de tránsito (el otro es el de la avenida Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas) y el consiguiente desvío por los cruces situados a la altura de las calles Florencio Varela y Villegas: el último es utilizado por las líneas de colectivos 113, 174, 185 y 284.
Pero los problemas surgieron para numerosos frentistas y comerciantes: la avenida Illia quedó cerrada en un tramo de 450 metros, entre Rincón y la avenida Presidente Juan Domingo Perón; también quedaron clausuradas las transversales Zapiola y Ombú, en los 200 metros comprendidos entre Salta y Mármol.
A los vecinos les anunciaron que el emprendimiento iba a demandar entre 2 y 3 años, y que a su finalización, la zona circundante contaría con grandes sectores de esparcimientos parquizados e iluminados.
También, que incluía una obra hidráulica "que sacará el agua acumulada producida por las lluvias, favoreciendo el escurrimiento de las aguas pluviales para evitar su acumulación en las zonas domiciliarias mediante un conducto que terminará de movilizar ese excedente hacia el conducto central del arroyo Maldonado", situado a 100 metros, la cual se llevó a cabo.
Tras la instalación de los conductos de desagüe, en mayo del año pasado se dio un paso significativo en el proyecto: la colocación de sendos puentes de hormigón, correspondientes a la doble vía con que cuenta el ramal ferroviario, para que los trenes pasen por sobre el cruce.
Avanzando el tiempo, comenzó la excavación del paso bajo las vías. Pero entonces fue que la obra se paralizó, en coincidencia con la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación, el 10 de diciembre.
El terreno excavado, que constituía una depresión sin salida, comenzó a llenarse de agua con cada lluvia, que permanecía varios días: una laguna de líquido estancado. La proliferación de mosquitos y el aumento de casos de dengue hizo que los vecinos se quejaran, y entonces se procedió a rellenar lo que se había hecho, en una clara involución.
La paralización que ya lleva 11 meses, provoca un sentimiento de fuerte preocupación en los vecinos y comerciantes, ya que la fecha de finalización se convirtió ahora en algo imposible de saber.
La actividad comercial que requiere el movimiento de proveedores, y fundamentalmente de clientes, se ve muy perjudicada, en especial en el tramo de Illia entre la vías y Ombú, donde el cierre fue total desde mayo de 2022, pero en la que luego de la paralización se abrió un pequeño acceso.
Esa situación provocó que varios quedaran en el camino, especialmente de varios comercios, en especial los relacionados con el rubro automotor, ya que acceder a ellos ya no fue posible. Los pocos que siguen funcionando, registran una fuerte caída de las ventas. "La gente no sabe cómo llegar, porque está todo cortado", señalaron ante la consulta de este medio.
Y el importante movimiento peatonal que se registraba en la avenida desapareció: de los dos pasos para quienes caminan en el cruce con las vías, quedó uno, en un marco de vallas, alambrados y soledad que llevan a la mayoría a buscar una alternativa.
Distintos comerciantes consultados coincidieron en desconocer qué puede pasar con la obra. "No sabemos nada. Hace unas semanas hubo algunos movimientos, parecía que se iba a reanudar, pero todo se volvió a paralizar". Y en el obrador del emprendimiento, ante la consulta, indicaron que había que efectuarla en la Municipalidad.
La construcción del bajo nivel de la avenida Arturo Illia y las vías del ramal Temperley-Haedo es una de las muchas obras paralizadas en el conurbano desde la asunción de Javier Milei como presidente; de hecho en el distrito hay otras tres relacionadas con los ferrocarriles: el viaducto de la Línea Belgrano Sur (LBS) entre Tapiales y Aldo Bonzi sobre el ramal Temperley-Haedo, los puentes modulares a ambos lados de la calle Medrano en Ramos Mejía, y la plataforma central de la estación Ramos Mejía. En todos los casos, no hay ninguna precisión sobre cuándo se reanudarán, independientemente de cuánto falta para concluirlas.