La Selección Argentina de handball, con Mailén Sokalski y Helena Molina, ambas de Asociación Alemana de Quilmes, cayó con las magiares en el arranque de la cita ecuménica juvenil en China.
La Selección Argentina de handball en la categoría juvenil, que cuenta en sus filas con las damas de Asociación Alemana de Quilmes Mailén Sokalski y Helena Molina, perdió por un contundente 31 a 18 con Hungría, en el marco del primer capítulo del Mundial de la disciplina que se desarrolla en China.
La Garrita, tal como se conoce a la plantilla albiceleste, se enfrentó a una de las potencias de la especialidad en Europa y se corroboró en el marcador la distancia en el rendimiento, con un juego sólido por parte del rival, sin fisura y con capacidad de daño notable en ataque.
Por el lado de las conducidas por Martín Duhau, el escollo sirvió para empezar el camino en la cita ecuménica y observar las potenciales virtudes, a sabiendas que no será sencillo el acceso a la próxima instancia, entendiendo que la pretensión radica en mejorar lo expuesto en el campeonato pasado en Macedonia del Norte, cuando se cerró el itinerario en el puesto 25.
Para las damas de la región y sus compañeras se trató de una ocasión para verificar que se puede dar el salto de calidad en la cancha, pues todavía ellas militan en el plano local, a la espera de su chance para recalar en el Viejo Continente, donde se sostiene el mejor handball del mundo.
En relación a eso, las connacionales ya se perfilan para el próximo juego, pautado para el viernes con Noruega, una de las plantillas estelares del balonmano en cada una de las divisionales. Es que, como potencias en la estructura mayor, cuentan con un semillero de envergadura que nutren a esas titulares que siempre se posan en los podios a nivel mundial y olímpico.
Por lo pronto, Argentina deberá mostrar su mejor versión, evitar errores y lograr que nunca se despeguen en el tanteador, con la ilusión de dar la sorpresa sobre el final, situación que no se prevé sencilla pero que habrá que probar para soñar en grande.
Aún así, tanto el DT como las jugadoras entienden que es factible un tropezón como el reciente con las magiares, y todos los cañones, en realidad, se apuntan al sábado, al juego con Kazajistán, el último en la fase de grupos, con la premisa de completar la grilla con una alegría.
Lo concreto es que sólo llegan a los play-off los primeros dos, donde seguramente estén las nórdicas y las húngaras, por lo que la Garrita se deberá perfilar para la Copa Presidente, ese bloque destinado a la reubicación para aquellos equipos que no puede arribar a la tanda por la gloria.
Primero será cuestión de digerir la derrota en el debut, perfilarse para ir por las noruegas y finalmente por las asiáticas, pero siempre con los pasos bien dados, resaltando que es una divisional formativa en la que la intención es diseñar un rendimiento brillante para cuando toque representar a la Garra, la plana mayor.