En promedio, por operaciones de compra-venta o alquiler los agentes perciben un 6 por ciento de honorarios. Los valores se encarecen si se trata de una locación comercial o si es con fines turísticos.
En Argentina, por operaciones inmobiliarias (compra-venta y alquiler) se cobran comisiones más altas que en el resto del mundo. Así lo reveló el Reporte sobre Actividad Económica que publica la consultora Miglino y Asociados, según el cual por ese concepto las inmobiliarias perciben un 6 por ciento en promedio.
Para arribar a ese dato, la consultora monitoreó entrevistas en 1.100 inmobiliarias en todo el país, preguntando cuánto se paga en concepto de comisiones y honorarios por operaciones de compraventa. Según el informe, la comisión promedio asciende a 6 por ciento sobre el monto total escriturado.
"Ese porcentaje se integra con un 2 por ciento por la parte vendedora y un 4 por ciento por la parte compradora", precisó el informe que en el caso de una operación de venta de fondo de comercio se establece en un 5 por ciento para la parte compradora y hasta un 5 por ciento para la vendedora.
En tanto, por una operación de alquiler con destino habitacional, que es regulada en la Ciudad de Buenos Aires por la Ley 5359, la comisión únicamente recae sobre el propietario y no podrá superar el 4,15 por ciento del valor del contrato. "Pero la realidad dicta que pagan los dos (comprador y vendedor) y hasta el 6 por ciento", advirtió Javier Miglino, titular de la consultora.
Según sus datos, en una operación de alquiler con destino comercial, la comisión alcanza el 10 por ciento del valor del contrato, integrada por mitades entre las partes (locador y locatario). Y por una operación de alquiler con destino turístico, con duración menor a 6 meses, la comisión se establece en 15 por ciento sobre el valor del contrato (10 por ciento por parte del locador y 5 por ciento por parte del locatario).
El trabajo destacó que estas comisiones inmobiliarias son el doble de lo que se cobra en Alemania, Japón, Francia, Italia y España; casi el doble de lo que se cobra en los Estados Unidos y un 30 por ciento más de lo que acostumbran percibir en Dubai y Mónaco.
En Dubai, por ejemplo, la ganancia de las inmobiliarias por acercar a comprador y vendedor de un inmueble es del 4 por ciento y del 6 por ciento si se trata de alquiler comercial. Valores parecidos se pactan en Alemania, Italia, Francia o España: 3 por ciento por compra-venta, 4 por ciento por alquiler comercial, 3 por ciento por alquiler de vivienda y 7 por ciento si es turístico.
Con leves diferencias, lo mismo ocurre en Estados Unidos, Brasil y México, donde además en ningún caso se cobra comisión por la venta de fondo de comercio y las que se perciben por alquiler turístico nunca exceden del 10 por ciento.
"Mucha gente nos cuenta su desesperación porque no puede alquilar una casa o un departamento para vivir. O bien no pueden acceder a un local comercial para armar un emprendimiento familiar que se convierta en una suerte de autoempleo con ingresos para padre, madres y los hijos mayores", lamentó Miglino.
Según el abogado, "incluso no pueden acceder a comprar una farmacia o una verdulería, por una simple transferencia de fondo de comercio. Siempre y en todos los casos el problema es la inmobiliaria con sus múltiples gastos, reales y ficticios, que hacen que la operación se torne imposible".
Miglino destacó el caso de los alquileres temporarios, que tuvieron su auge en los años 2019 y 2021 y habían dado buena renta a los propietarios, "pero los dueños se vieron obligados a emigrar al Airbnb porque resultaba simplemente imposible de costear una comisión de entre el 15 y el 20 por ciento". "Como ocurre con los gastos para retirar un auto nuevo, o con el arroz o las zapatillas, 'el costo argentino' también se hace sentir en las comisiones inmobiliarias para que sean las más caras del mundo", concluyó Miglino.