Con 25 goles en la temporada, el delantero de Claypole superó a figuras de primer nivel y reflexionó sobre un año de altibajos para el equipo.
Leonel Llodrá cerró un año inolvidable en lo personal al convertirse en el máximo goleador del fútbol argentino con 25 tantos. Sin embargo, el delantero de Claypole reconoce que la temporada dejó un sabor agridulce al no poder cumplir los objetivos grupales. "Estoy feliz por lo que logré en lo individual, pero con un gusto amargo por no haber peleado por lo que nos propusimos como equipo", señaló el Gato.
El atacante, que se consagró como goleador tanto del Tambo como de la categoría, analizó el rendimiento del equipo a lo largo del año. "Nuestro problema fue la irregularidad. Tuvimos partidos muy buenos, pero también rachas negativas donde nos costaba ganar. Además, este año nos convirtieron mucho, y en esta categoría es clave defender bien", expresó. A pesar de las dificultades, Llodrá destacó la unión del plantel: "El grupo se mantuvo fuerte en los malos momentos, y eso es importante para encarar lo que viene".
El goleador no dejó de mencionar factores externos como el arbitraje. "Nos dirigieron cuatro veces con el mismo árbitro, y en ninguno ganamos. Eso influyó y no supimos reponernos", explicó. Además, recordó que al inicio del año al equipo le costó consolidarse dentro de la cancha, pero destacó que "ahora todo está aceitado" y se mostró optimista sobre las perspectivas para 2025.
Sobre su futuro, Llodrá dejó la puerta abierta a una posible salida: "Aún no tengo resuelto qué voy a hacer. Si llega una oferta de una categoría superior, la voy a considerar porque a los 31 años hay que aprovechar las oportunidades". Sin embargo, no ocultó su apego por Claypole. "Este club es muy especial para mí. Encontré personas apasionadas que me contagiaron su amor por estos colores. Mi hijo ya es fanático y vive con la camiseta puesta", expresó junto a Política del Sur.
Llodrá también agradeció el respaldo recibido en momentos difíciles de su vida personal. "Este año atravesé problemas con la salud de mi papá, y siempre sentí el apoyo del grupo y de los hinchas. El último partido contra Juventud Unida parecía una despedida; todos querían darme la pelota y festejar los goles conmigo", recordó.
El vínculo del goleador con el Tambo va más allá del fútbol, y aunque no descarta una salida, dejó claro su deseo de volver en el futuro. "Me encantaría terminar mi carrera acá. Me siento un hincha más, y eso no es habitual en el ascenso, donde solemos estar de paso. Si me toca irme, lo voy a sufrir mucho, pero sé que algún día voy a volver", concluyó.