Una atmósfera irrespirable y una contaminación ambiental que amenaza a diario su salud, eran motivos de las quejas y denuncias que se escuchan entre los vecinos de la grasera Camilo Ferrón de Villa Fiorito, recientemente clausurada por la Secretaría de Ambiente de la Nación y ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo).
A pesar de los reiterados reclamos elevado por los contribuyentes a lo largo del tiempo, poco o ningún control se efectuaron desde las áreas de competencia del municipio de Lomas de Zamora.
En esta oportunidad, junto a la Policía Ecológica de la Provincia de Buenos Aires, el cierre preventivo de la empresa se sustentó en que el sistema de tratamiento de los efluentes líquidos “no estaba en regla”.
“Un grupo de inspectores comprobó durante una fiscalización que el sistema de tratamiento de los efluentes líquidos no estaba en regla y presentaba impacto en el suelo de sus instalaciones”, señaló el organismo en un comunicado.
También encontraron “restos de grasa sobre el suelo natural y efluentes estancos en las bocas de inspección, entre otras irregularidades”, por lo que la empresa “tendrá un plazo de 48 horas para cerrar sus procesos productivos y 3 días para frenar sus calderas”, añadió el parte oficial.
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En un operativo especial nocturno, el grupo de inspectores se acercó al lugar y comprobó durante el momento de la fiscalización que el sistema de tratamiento de los efluentes líquidos no estaba en regla y presentaba impacto en el suelo de sus instalaciones, entre otras irregularidades.
Los vecinos del lugar se mostraron conformes con la clausura y esperanzados en poder mejorar la calidad de vida, aunque otros hicieron hincapié en la suspensión de los 80 operarios que se desempeñan allí.
“Nadie quiere que la gente se quede sin trabajo, pero tampoco queremos hijos enfermos por descuido o desinterés de estos empresarios”, fue la frase que puede resumir el debate dado en las redes sociales.
Luego de la revisión en la grasera, el operativo se trasladó a una empresa encargada de realizar harinas de carne y hueso, también en Lomas, a la que se le solicitó que actualice su documentación