La denuncia de una docente que estuvo un solo día en el establecimiento, que se viralizó en las redes, alentó a las familias de las supuestas víctimas a autoconvocarse para exigir explicaciones a las autoridades, aunque todo terminó de la peor manera.
A pesar de haber sido custodiadas por la Policía, dos docentes del jardín comunitario León Dormilón, de Ingeniero Budge, fueron fuertemente golpeadas por un grupo de madres que se hicieron eco de la denuncia de maltrato infantil que difundió una ex colaboradora en sus redes sociales.
Los agentes del Comando de Patrullas lomense poco pudieron hacer para evitar la golpiza y detener la ira de las mujeres que se abalanzaron sobre las maestras, para tomarlas de los pelos y atacarlas a golpes de puño. Las lamentables imágenes se viralizaron rápidamente en las redes sociales.
Esta historia se desató con un posteo de una maestra jardinera que relató la experiencia de haber trabajado "un día" en el lugar, ubicado en la calle Intendente Pedro Turner entre Bariloche y Saladillo, tiempo que -dijo- le alcanzó para "ver cómo tratan a esos chicos y más a esos bebés que no saben pedir auxilio".
En su publicación, la joven -que aseguró vivir en Moreno- expresó que "ojalá con esto pueda llegar a algunos papás y mamás de estas criaturas indefensas" y pidió que la ayuden a compartir para que la situación se conozca y no se vuelva a repetir.
"Las seños en todo momento gritando a los chicos que se sienten, que se queden quietos, porque si no se iban a la sala de la seño Cintia que era parece más mala que ellas y ellos, mi vida, les hacían caso, se sentaban con miedo con tan solo 1 a 3 añitos de edad", consigbnó en el escrito.
La docente denunciante recordó que se presentó en el establecimiento buscando trabajo y que la dueña le dijo que no podía pagarle, pero que si quería podía ir para ganar experiencia. "Yo amo esta profesión y no me importa que no me paguen, yo quería ir y fui el día miércoles 18 de septiembre. Fui contenta, feliz, y volví triste y llorando todo el camino", repasa.
Otros caso que relató es el momento cuando una maestra "le aprieta los dedos" a un nene para que suelte el lápiz que le había sacado el lápiz a otro y cómo lo agarró "brutalmente" para meterlo en un corralito; o cuando la hija de la directora llegó a la Sala Roja y al ver que uno de los chicos estaba mal sentado supuestamente, "le patea la silla al nene y le dice a los gritos ché ché sentate".
"Aparte de que los tienen con la cara sucia se le caen los mocos yo estaba todo el tiempo con toallitas húmeda limpiándoles la nariz, la boquita", agregó.
"Esa fue mi experiencia, una sola vez me alcanzó para que yo venga desde Budge hasta Moreno llorando por esos chicos, esos bebés ojalá con esto pueda llegar algunos papás y mamás de estas criaturas indefensas", concluyó en la publicación que terminó alentado a las familias de las supuestas víctimas a reunirse en la puerta del edificio para exigir explicaciones a las autoridades, aunque todo terminó de la peor manera.