Se realizará este miércoles a partir de las 11 en el santuario de la Virgen de Caacupé, en Ciudad Evita. Es organizada por la Conferencia Episcopal Argentina y estará a cargo de los obispos de San Justo y Laferrere y de otras diócesis del conurbano.
El santuario de la Virgen de Caacupé, ubicado en avenida Crovara y Cátulo Castillo, en el barrio Villegas de Ciudad Evita, será escenario este miércoles a partir de las 11 de una misa bajo el lema "Madres de la Patria", para reconocer la labor de las mujeres que se desempeñan en los comedores de las barrios populares.
El oficio es organizado por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y será presidido por su titular y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y lo concelebrarán los obispos Eduardo García de San Justo, Jorge Torres Carbonell de Gregorio de Laferrere, Jorge Vázquez de Morón, Marcelo Maxi Margni de Avellaneda-Lanús, Juan José Chaparro de Merlo-Moreno, el vicario general de Buenos Aires Gustavo Carrara y el auxiliar de Merlo-Moreno Oscar Miñarro.
La misa surge a partir de las dificultades que enfrentan los comedores, con el incremento de la demanda y las restricciones en el envío de mercadería por parte del gobierno nacional encabezado por Javier Milei.
Desde La Voz de San José, el medio de difusión de la Parroquia San José, a cargo del santuario de la Virgen de Caacupé, se emitió una declaración titulada "¡Con la comida, no!", que señala: "Los sacerdotes de barrios populares vuelven a alertar por la falta de comida para la población. Ante esta realidad, brindan un reconocimiento a las mujeres que libran la batalla contra el hambre y la discriminación desde los comedores".
Agrega que "celebrando el Día de la Bandera, a los curas de barrios populares y villas nos vuelve al corazón lo que habíamos sentido cuando Jesús dijo a sus discípulos 'denles ustedes de comer'. Todas las mañanas, cuando todavía está oscuro, se encienden luces tenues en nuestros comedores. Son las Madres de nuestra Patria que responden también a quien les dijo 'tuve hambre y me diste de comer'".
A continuación puntualizó La Voz de San José: "Por eso, elegimos como abanderadas a tantas mujeres de nuestros barrios. Las hemos aplaudido y homenajeado en la pandemia (de coronavirus). Muchas de ellas son madres de sus hijos y de los del pasillo. Sus manos cuidan el pan de cada día. Hoy nos sentimos en deuda con ellas".
Y enfatizó: "En estos tiempos de crisis y confusiones, nos duele que a muchas de estas doñas se las haya acusado de robar o vender los alimentos. Son ellas las que sufren el dolor de ver que no alcanza la comida de la olla. Varias veces repiten el milagro de la multiplicación de los panes. Son las que dan la cara cuando el Gobierno no entrega los alimentos".
"¿Qué nos pasó que pasamos de ensalzarlas en la Pandemia a humillarlas ahora? ¿Cambiaron ellas o cambiamos nosotros? ¿Nos hemos transformado en una sociedad que condena a tantas madres que dan vida?", se preguntó el medio de difusión de la Parroquia San José.
Posteriormente puntualizó: "Pedimos recapacitación: a la gente del Gobierno, a los políticos, a los formadores de opinión, a los empresarios, a todos. Jamás imaginamos que tendríamos que seguir discutiendo sobre el reparto de comida. Es escandaloso. Nos duele mucho. ¡No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan!".
Y añadió: "Así como la Bandera Argentina flamea en todos los rincones de la Patria, queremos que a ningún hermano le falte el pan. Es tarea de todos, empezando por el Estado y siguiendo por todos, cada uno desde donde le toca. Que nunca más haya que reclamar comida. Trabados en pelear por los alimentos no podemos avanzar en proyectos de verdadera inclusión".
"La cuestión -advirtió- va mucho más allá del galpón de alimentos. En un país con un 55 por ciento de pobreza y 18 por ciento de indigencia, no podemos pensar que el problema de la comida es psicológico o ideológico. No se combate con relatos y redes. Los problemas de asistencia alimentaria tienen que acompañar la realidad que estamos viviendo y actualizarse con la inflación".
También se realizarán misas con la misma intención en el interior del país: en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes en La Banda, Santiago del Estero, con el Padre José María Pepe Di Paola; en la Capilla Monseñor Angelelli y Compañeros Mártires en Córdoba con el Vicario de los Pobres, el Padre Pablo Viola; en la Parroquia Santa Rita de Mar del Plata junto a Monseñor Ernesto Giobando; y en la comunidad Ava Guaraní de la Misión San Francisco en Pichanal, Salta.
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