Tras pelearse con su pareja en el Parque Pereyra Iraola, se le perdió el rastro, hasta que se acercó a un patrullero y denunció la agresión. Pero las pruebas que le hicieron en el Hospital Evita Pueblo determinaron que fue una falsa declaración.
En un inédito episodio, una mujer denunció haber sido abusada sexualmente por cinco hombres dentro de una camioneta en Berazategui, luego de haberse escapado tras una discusión con su pareja, pero al realizarse los exámenes médicos en un nosocomio local confirmaron que se trataba de una mentira y que había inventado la historia, mientras que interviene la Justicia para investigar la situación.
Se trata de un hecho gravísimo que puso a trabajar a las autoridades sobre una falacia. Esto es algo que no tiene justificativo, en medio de reales agresiones sexuales que sufren las mujeres a diario tanto en el distrito, como en los alrededores y en el resto del país. El marido de la protagonista llamó al 911 cuando ella desapareció y se asustó cuando escuchó lo que supuestamente había pasado.
Ocurrió en el Parque Pereyra Iraola durante el fin de semana, cuando una mujer de 45 años estaba paseando con su pareja, un hombre de 43. Habían ido en auto y, en un momento dado, empezaron a discutir fuertemente. No hubo agresión física, pero ella revoleó su teléfono celular en medio de los pastizales y agarró las llaves del vehículo, previo a salir corriendo en dirección a la ruta.
El le perdió el rastro y, minutos más tarde llamó a las autoridades para explicar lo que había pasado, debido a que quedó inmovilizado y preocupado.
Por su parte, la mujer hizo lo propio y creó una grave historia. A las horas, se acercó a un patrullero y dijo a los agentes que tras haber discutido, se había subido a una camioneta en la que iban cinco hombres. Estos le dieron alcohol y, según su relato, en un momento perdió la conciencia y la violaron vía anal y vaginal.
Los oficiales la llevaron al Hospital Evita Pueblo, pero cuando los médicos le hicieron las pruebas de rigor y le brindaron la atención necesaria, confirmaron que no tenía signos de violencia ni de penetración y que la historia no era cierta. Para ese momento, ya había intervenido la Justicia y su pareja se había llevado un disgusto gigante. Además, hizo movilizar a los agentes en búsqueda de los agresores inexistentes.
En tanto, el caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción número 8, quien trabaja en conjunto con la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 2. Estos activaron el protocolo de protección a las mujeres y continúan con la investigación para determinar dónde estuvo la mujer en ese lapso de tiempo, aunque ya confirmaron que no fue abusada.
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