Mariano Pernía no le pierde el rastro a su meta de pelear el campeonato del TC 2000, y en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires logró al llegar segundo con el Renault Fluence del Ambrogio Racing, detrás del contundente ganador, su coequiper, Manuel Luque (Renault Fluence).
El Galgo, afincado en Ezeiza hace un par de años, hizo uso inteligente de las capacidades de su auto y jugó una estrategia de carrera magistral con Luque para que el joven corredor no se saliera del eje del triunfo y siga administrando los recursos de los Fluence, que por estos días marcan el camino en el TC 2000.
Tras haber hecho un discreto Sprint y una clasificación con rendimiento personal optimizado, el ex futbolista cuidó su posición en la final y dio cuenta del marplatense Diego Ciantini (Chevrolet Cruze), a la postre tercero, para cumplir con una notable labor, pese a contar con un motor que desde hace tiempo busca ser más competitivo.
“Me fui conforme con este podio, lo buscamos muchísimo y salió del modo en que pretendíamos con Manu Luque, que cuenta con un potencial enorme. Los Renault Fluence están marcando diferencias, pero penamos mucho con el motor en las primeras dos carreras, pedimos cambio, no nos lo dieron y tuvimos el problema de que perdemos siete kilómetros en la recta, con respecto a Luque, que hacemos seis kilómetros rápido Ascari y dos más lentos”, expresó el Galgo a “El Sururbano”.
Pernía, en este sentido, amplió que está muy conforme con el rendimiento de los tres Renault, pero cuando se pena con el motor, todo se hace cuesta arriba por más resultados que se consigan: “Es una lástima porque pasó lo mismo en Córdoba y ahora en Buenos Aires anduvimos rápido pero podemos estar muchísimo mejor, queremos ser protagonistas del campeonato y bajar los tiempos, solo pido igualdad. Nos defendimos con el gran Fluence que siempre me dan”.
Asimismo, trazó las metas para este año dentro del TC 2000: “La meta es pelear el campeonato, estar siempre en la vanguardia y aprovechar bien este gran auto que tengo. Lo bueno es que los tres Fluence siguen con cierta distancia de los 408 y de los Cruze”.
Al tiempo, Franco Crivelli, con el 408 de la Escudería FE, fue quinto, tras un buen sobrepaso al largar 12 por su triunfo en el Sprint sabatino. Su compañero Marcos Zago, con el mismo auto, se quedó a cuatro giros del final, mientras que el lomense Alessandro Salerno, del DTA, apenas dio una vuelta con el Peugeot.
Por otra parte, el banfileño Sebastián Di Bella logró el podio en la Clase 2 del Turismo Pista con un Chevrolet Celta en el Gálvez también, al ubicarse sexto en la final.
Su piloto de la Clase 1, Emiliano Cruciani, también se aferró a la vanguardia, segundo tras el ganador Valerio Diamante, con sendos Fiat Uno.