El entrenador analizó el presente del equipo y palpita el duelo clave contra San Miguel, en el que tendrá que revalidar lo hecho ante Los Andes.
Se viene un duelo durísimo ante San Miguel en Polvorines, este sábado desde las 15.35, y tanto para Sergio Rondina como para Quilmes será clave poder sostener lo hecho ante Los Andes, y corregir algunas cosas que el cuerpo técnico tiene en carpeta. "Fue una buena semana. Nos enfocamos más en lo que viene que en lo que pasó. El resultado ayuda, pero la idea es seguir creciendo y mejorando", afirmó el entrenador.
Rondina subrayó la importancia de mantener una sana competencia dentro del plantel, algo que considera clave para el rendimiento colectivo. "Es un momento donde se caen soldados y otros aparecen. Lo bueno es que el equipo mantiene una línea, no se desprotege. Los que entran desde el banco lo hacen bien y eso fortalece al grupo".
Sobre el estado físico de algunos jugadores, aclaró que Maximiliano Padilla entrenó con normalidad durante toda la semana y formará parte de los concentrados, mientras que Francisco Flores está en duda debido a una molestia física. "Maxi no está al 100%, pero va a estar. Lo de Fran es más complicado, vamos a esperar hasta último momento", detalló.
Consultado por el partido ante el Trueno Verde, programado para este sábado a las 15:35 , Rondina advirtió sobre las virtudes del rival. "No tienen una idea definida como otros equipos, pero tienen jugadores que pueden resolverte un partido de la nada. Va a ser un partido para estar concentrados los 90 minutos", señaló. Y agregó: "No me engaño por el contexto, es un rival duro. Hay que ser inteligentes, pero también animarnos a jugar".
El entrenador fue claro al referirse al carácter que debe tener el equipo en cada presentación. "Nosotros jugamos todos los partidos como finales. Esta camiseta lo exige. Y el que se enfrenta a Quilmes también juega una final. Sabemos que tenemos que volver a ser ese equipo confiable de visitante que fuimos el año pasado".
Además, Rondina valoró la evolución de algunos futbolistas que habían bajado su nivel o estaban volviendo de lesiones. "Lo de Enzo (Kalinski) y Marcos Enrique es muy bueno, entran bien, hasta con gol. Lo mismo Juan (Ignacio Capano) , que había tenido un bajón y volvió a estar bien", concluyó.
Con estas palabras, el DT dejó en claro que el objetivo es mantener la intensidad y el enfoque en cada compromiso, buscando consolidarse en la tabla y recuperar la solidez que caracterizó al equipo en temporadas anteriores.
El duelo ante San Miguel será una nueva oportunidad para demostrar que Quilmes está en camino de retomar su mejor versión.