Por un lado, el Municipio incorporó una lancha para la limpieza del espejo de agua, uno de los lugares más concurridos por vecinos y turistas, y, por el otro, científicos y ambientalistas liberaron insectos para control biológico de plantas acuáticas invasoras.
En el marco del convenio firmado con el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), el Municipio de San Vicente incorporó una nueva lancha destinada a las tareas de limpieza y mantenimiento de la Laguna del Ojo, un recurso natural fundamental para el desarrollo turístico, recreativo y deportivo del distrito.
La nueva maquinaria permitirá profundizar las tareas de retiro de camalotes, optimizar el cuidado ambiental y garantizar la biodiversidad de la laguna, optimizando el entorno lagunero como punto referencial del turismo local y regional.
El intendente Nicolás Mantegazza recalcó que "este nuevo equipamiento permitirá seguir avanzando en el cuidado del ambiente y en la puesta en valor de uno de los espacios más representativos de San Vicente".
Además, agregó: "Gracias al trabajo articulado con SADOP Nación, seguimos sumando herramientas que nos permiten mejorar la infraestructura y potenciar el turismo local, generando mejores condiciones para todos".
En ese sentido, recordó que los últimos años, desde el Municipio fueron impulsadas diversas acciones para preservar y mejorar ese entorno natural: Reforestación con especies nativas en áreas verdes del distrito; Jornadas de limpieza comunitaria y concientización ambiental; Instalación de estaciones de reciclado y separación de residuos; Mantenimiento regular de la Laguna del Ojo y recuperación de su entorno natural; y Mejoras en caminos y accesos para facilitar el uso turístico y recreativo del predio.
Por otra parte, investigadores de la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas (FUEDEI) junto a científicos del CONICET realizaron la primera una suelta de insectos que se alimentan específicamente de esos camalotes, con el fin de controlar biológicamente la reproducción de esta planta invasiva.
Según explicaron, se trata del Megamelus Scutellaris, un insecto que tiene un aparato bucal que pincha y succiona la savia del camalote. La idea es que la población de insectos crezca rápidamente para que la población de plantas colapse.
La actividad contó con la colaboración de alumnos de la Escuela Agraria 1 local, que criaron y colectaron los insectos, y del Club Kayakistas Originarios, que acompañaron a los técnicos y facilitaron el acceso a la zona de trabajo.
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