Un partido abúlico y sin emociones entregaron el Celeste y el Gallito en el Nuevo Francisco Urbano. Luego de la eliminación por Copa Argentina, el Gasolero vivió un baño de realidad que ensombreció su temporada.
Cuando Franco Acita señaló el punto central de la cancha, decretó el empate en cero entre Morón y Temperley en el Nuevo Francisco Urbano y puso fin a una temporada más que agridulce para el Gasolero. Una igualdad sin emociones terminó reflejando un balance aciago en un 2024 que pocas veces le guiñó el ojo.
Poco y nada del juego, algo que se transformó en una constante en los últimos partidos. Porque Temperley tuvo un momento de profunda ilusión, pero duró poco y se fue diluyendo. Cuando más se acercaba la definición, más se alejaba la posibilidad de que se repitieran grandes actuaciones.
La campaña en Copa Argentina, con el hito de la eliminación a River en un partido que quedará para la historia del Gasolero, no alcanzó para cerrar un balance en el que equipos como San Miguel, Defensores de Belgrano, Estudiantes de Buenos Aires o San Telmo jugarán por un ascenso, mientras en Turdera licencian al plantel.
En los últimos diez partidos, cuando más tenía que pisar el acelerador, solamente cosechó una victoria como local (ante Colón) y una victoria como visitante (ante Gimnasia de Mendoza). Pero el signo de que las cosas no salieron como lo habían planificado se dio ayer, con la alineación inicial: debutó como titular, en el último partido del año, Mauricio Guzmán, un refuerzo que llegó de la mano de Pablo Frontini, DT que no pudo sostenerse en su cargo.
Ahora al Celeste solo le queda por delante el acto electoral, el 24 de este mes, en el que competirán la lista del oficialismo con Diego Molea al frente, y la lista opositora con el ex presidente Alberto Lecchi a la cabeza.