Le dieron una brutal golpiza antes de que lo detuvieran las autoridades, quienes le incautaron una pistola 45 con la numeración suprimida. Venía de concretar un asalto en la calle.
En un hecho de defensa por vía propia, vecinos de San Francisco Solano detuvieron a un joven delincuente armado que se quiso esconder en una vivienda tras cometer un delito en la calle y le dieron una brutal golpiza previo a entregarlo a las autoridades, en tanto que la secuencia, que representó un riesgo grande para quienes intervinieron, es el resultado de una ola de robos que hartaron a los ciudadanos.
Se trata de un nuevo episodio que se suma a la larga lista y que nuevamente pone en el foco el accionar por parte de las propias víctimas ante la falta de respuesta de las autoridades policiales. En este caso, el que terminó tendido en el suelo repleto de golpes fue un peligroso hampón que a punta de pistola amedrentaba a los transeúntes para quitarles sus pertenencias. Pero uno de esos asaltos salió mal, comenzaron a perseguirlo uniformados de la policía y el final no fue el que esperaba.
Comenzó en la intersección de las calles 822 y 895, cuando el sindicado, de 19 años, identificado como Rubén Antonio F. y domiciliado en Florencio Varela, se metió en la vivienda de un vecino luego de saltar su reja. A pesar de que intentó hacerlo en silencio, fue rápidamente divisado y el damnificado comenzó a gritarle y a empujarlo hacia la calle. Además, le pidió ayuda a otros lugareños, que salieron alertados por el griterío y sin dudarlo lo auxiliaron.
Lo cierto es que el delincuente venía de cometer un ilícito en la vía pública y escapaba de un móvil policial. Pero no logró salirse con la suya y fue brutalmente golpeado por estos, hasta que terminaron llamando al 911 y agentes de la Comisaría Cuarta se apersonaron para subirlo al vehículo y trasladarlo a la seccional. No recibió heridas de gravedad a pesar de los golpes de puño y patadas y solo quedó con algunos moretones.
Así las cosas, le secuestraron una pistola calibre 45 con la numeración suprimida y apta para su utilización, que quedó a disposición de la Justicia. El caso está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 5 del Departamento Judicial de Quilmes y esperan los damnificados avances para que el malviviente no vuelva a salir. No descartan otras denuncias en su contra y su carátula se puede agravar.
Es importante resaltar que el hartazgo de los vecinos está llegando a límites inimaginables. Si bien la resistencia ante los robos es peligrosa, poco les importa a las víctimas, que intentan salvar sus pertenencias a todo costo. En dicha oportunidad, le quitaron el arma a un sujeto sabiendo que podían morir en el acto en caso de que este hubiese apretado el gatillo.
Los solanenses pidieron mayores medidas de prevención y penas duras para quienes desobedecen la ley y ponen en peligro la vida de los ciudadanos.