Rompieron ventanas, derribaron mostradores y cortaron el tránsito quemando neumáticos, para protestar porque consideraron que Enrique Ricardo Pastori falleció por no recibir la atención adecuada.
A raíz de una denuncia pública por un presunto caso de mala praxis, familiares y allegados de un hombre fallecido causaron destrozos dentro del Sanatorio Berazategui, rompieron ventanas, revolearon sillas y derribaron mostradores, además de organizar una protesta con quema de neumáticos incluida, que tuvo lugar a pocos metros, en tanto que pidieron “a quien tenga un familiar ahí, sáquenlo por favor, no los dejen morir”.
Se trata de un lamentable episodio que tuvo como víctima a un sujeto que entró con algunos dolores y, tras un parte médico, fue derivado a su domicilio. Sin embargo, todo se complicó y una vez que entró de nuevo al nosocomio, no salió más. La indignación y la furia de sus seres queridos se hicieron notar rápidamente y los resultados estuvieron a la vista, con trabajadores asustados y las instalaciones con serios daños. Interviene la Justicia para esclarecer los hechos y miles de vecinos se manifestaron al respecto.
Quien lo relató paso por paso fue Mariela, sobrina de Enrique Ricardo Pastori, el hombre que perdió la vida en las últimas horas a raíz de un supuesto cáncer de próstata que hizo metástasis en otros órganos. Pero lo que reclaman es que nunca fue diagnosticado como correspondía y que tampoco le hicieron los estudios que debían desde un principio, motivo por el cual no recibió ningún tipo de tratamiento.
“Salió con una historia en sus manos que no sabíamos qué decía en ese papel. Le dieron medicamentos para la infección y para la próstata”, sostuvo muy triste la mujer en sus redes sociales y explicó que sólo 4 días después recayó. “Se empezó a desmejorar, llamamos a la ambulancia porque no comía ni bebía agua, literalmente no podía tragar. No quisieron llevarlo. Al día siguiente llamé a un médico particular que vio el estudio que me dieron cuando lo internaron la primera vez, y me dijo que había una inflamación en la panza y en el hígado porque tenía una mancha, cosa que nunca nos dijeron eso en ese sanatorio”, agregó.
Desde aquel momento, permaneció internado y cada vez su estado de salud se vino más abajo. Pero lo más grave fue que les indicaron que había fallecido, cuando en realidad no.
“Lo vi tan mal que llamé a mis hermanas y primas. Ahí salió la doctora y nos dice ‘vayan despidiéndose’. A la media hora salió el médico y nos dijo que ya había fallecido”, remarcó Mariela. Y agregó que más tarde, su hermana entró a donde estaba el supuesto cadáver, pero en realidad seguía con suero y respirador.
Más tarde, el hombre finalmente murió. Llegó la policía y mantuvieron un conflicto verbal con los trabajadores. Cabe destacar que apuntó contra las enfermeras, ya que dijo que atan a los pacientes, no les dan morfina y que los cambian como si fuesen “bolsas de papa”.
Es por ello que en medio de la furia rompieron las instalaciones y revolearon sillas. Los destrozos fueron realmente grandes y quedó registrado en las cámaras de los teléfonos celulares de los presentes. Quienes llevaron adelante el ataque reconocieron su responsabilidad y no se arrepintieron.
La Justicia tomó la decisión de trasladar el cuerpo de Pastori a la morgue judicial para que le hagan la autopsia y así determinar si hubo o no mala praxis.