No siempre significan peleas o problemas. Algunas veces predicen buenos momentos
Se sabe que los sueños en cierta medida son reveladores de los problemas que aquejan a los humanos en su tiempo de vigilia, es decir despiertos. Cuando en el sueño aparece un objeto roto está preanunciando que se vivirá un tiempo de confrontaciones de desafíos y/o de contratiempos. Pero también la rotura de objetos anuncia buenos momentos que se vivirán. La relación de la duración de ese tiempo de problemas o de la buena racha está acorde con el valor del objeto roto.
Piezas de arte
Cuando en sueños se ve una pieza de arte que se rompe, está indicando que se va a develar una infidelidad y que las consecuencias de este descubrimiento serán irreparables.
Buenos augurios
Hay ciertos objetos que si aparecen, en sueños, rotos anuncian el fin de un período de opresión, sobre todo si la rotura se produce por descuido y no a propósito.
Anteojos
Por ejemplo, cuando los anteojos se caen tanto en sueños como en vigilia anuncian éxito en donde se esperaba un fracaso con todo lo que está relacionado con trámites judiciales o económicos.
Botellas
Cuando se rompen botellas llenas de líquido, los presagios son buenos porque preanuncian que en un futuro próximo el soñante se encontrará con un gran caudal de sus ideas y un gran empuje de creatividad.
Relojes
Cuando uno ve en sueños un reloj que no funciona, la indicación que se puede tomar es que se está a las puertas de un nuevo comienzo.
Espejos rotos
Toda superficie en la cual un ser humano pueda verse reflejada es un símbolo onírico de su identidad. Los espejos se relacionan con el autoconocimiento, la conciencia y la verdad y con la búsqueda de la autorrealización. Romper en sueños un espejo revela que la persona que está durmiendo no tiene una buena opinión de sí misma, y que su autoestima debe elevarse inmediatamente para estar bien. Si el cristal aparece ya roto está anunciando un período de mala suerte. Otras implicancias que revelan la rotura de un espejo es que por ser estos objetos usados también en oráculos y otras prácticas adivinatorias, si el soñante lo rompe se está revelando el temor de esa persona para el futuro. En este caso estas imágenes no están preanunciando un período negativo pero sí un estado obsesivo del durmiente por tener siempre el control de todos los acontecimientos, sean éstos comunes o de cierta gravedad.
Piezas de arte
Cuando en sueños se ve una pieza de arte que se rompe, está indicando que se va a develar una infidelidad y que las consecuencias de este descubrimiento serán irreparables.
Buenos augurios
Hay ciertos objetos que si aparecen, en sueños, rotos anuncian el fin de un período de opresión, sobre todo si la rotura se produce por descuido y no a propósito.
Anteojos
Por ejemplo, cuando los anteojos se caen tanto en sueños como en vigilia anuncian éxito en donde se esperaba un fracaso con todo lo que está relacionado con trámites judiciales o económicos.
Botellas
Cuando se rompen botellas llenas de líquido, los presagios son buenos porque preanuncian que en un futuro próximo el soñante se encontrará con un gran caudal de sus ideas y un gran empuje de creatividad.
Relojes
Cuando uno ve en sueños un reloj que no funciona, la indicación que se puede tomar es que se está a las puertas de un nuevo comienzo.
Espejos rotos
Toda superficie en la cual un ser humano pueda verse reflejada es un símbolo onírico de su identidad. Los espejos se relacionan con el autoconocimiento, la conciencia y la verdad y con la búsqueda de la autorrealización. Romper en sueños un espejo revela que la persona que está durmiendo no tiene una buena opinión de sí misma, y que su autoestima debe elevarse inmediatamente para estar bien. Si el cristal aparece ya roto está anunciando un período de mala suerte. Otras implicancias que revelan la rotura de un espejo es que por ser estos objetos usados también en oráculos y otras prácticas adivinatorias, si el soñante lo rompe se está revelando el temor de esa persona para el futuro. En este caso estas imágenes no están preanunciando un período negativo pero sí un estado obsesivo del durmiente por tener siempre el control de todos los acontecimientos, sean éstos comunes o de cierta gravedad.
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