Una dotación de bomberos no logró llegar al incendio en una vivienda, al quedarse encajados con el camión hidrante en una calle de Florencio Varela que se encuentra en estado deplorable, por lo que llegaron cuando las llamas ya habían consumido las pertenencias de las víctimas.
Tras el llamado de emergencia al cuartel central, los servidores públicos salieron de manera urgente hacia el destino marcado, pero unas cuadras antes de llegar el camión cayó en un lodazal ubicado entre las calles Virgen del Valle y Boston, en el barrio La Colorada.
Cuando se dieron cuenta de no podrían salir de allí, los bomberos se condujeron a pie hasta la vivienda, pero el fuego ya se había extinguido. Según pudo averiguar DIARIO POPULAR, el siniestro se originó en la cocina de una vivienda por fallas con una garrafa. Afortunadamente, no se registraron víctimas, pero los daños materiales fueron de consideración.
El personal llegó y encontró la garrafa en una zanja aún con pérdidas de gas, arrojada allí por uno de los habitantes de la casa, en una maniobra que podría haber ocasionado una tragedia.
Por otra parte, esta semana vecinos del complejo Santa Rosa (otro barrio de Varela) denunciaron que una ambulancia del SAME se negó a entrar para asistir a un abuelo por la cantidad de barro que le impedía llegar al hogar.
Quien reveló este grave hecho fue una vecina identificada como Mariana Álvarez, quien el sábado pasado pidió asistencia urgente para su abuelo, que se había caído y estaba con la cabeza sangrando, pero lo tuvo que hacer caminar tres cuadras hasta un colegio, donde se encuentra la calle de asfalto más cercana.
Dardo Ottonnello, concejal del bloque Cambiemos, aseguró a este medio que “el 60 por ciento de las calles de Florencio Varela son de tierra”, una cifra indignante que marca el abandono en el que queda sumido el distrito tras los 25 años de gestión del actual intendente, Julio Pereyra.
Según Ottonello, sin contar zona rurales y semi rurales, actualmente “el municipio tiene 12.537 calles en zonas urbanizadas, de las cuales alrededor de 7.500 son de tierra, información que “figura en el contrato vigente de recolección de residuos” que la Comuna firmó con la unión transitoria de empresas integrada por la Cooperativa 31 de Mayo Limitada y la firma HAUSA (Higiene Ambiental Urbana Sociedad Anónima).