El principal reclamo de la mayoría de los vecinos de Florencio Varela es, desde hace años, el calamitoso estado de cientos de calles de tierra que son intransitables, problemática que quedó en evidencia, una vez más, cuando una autobomba quedó encajada en una zanja en el barrio Libertad y no pudo llegar a un incendio, una situación similar a la que protagonizó un patrullero de la Policía en el barrio Santa Rosa, que también cayó en el barro y quedó atrapado.
Los dos hechos sucedieron con diferencia de aproximadamente 48 horas. El primero ocurrió el sábado, cuando el fuego se apoderó de una vivienda de las calles 574 y 515, una zona cercana a la cancha de Defensa y Justicia. Tras el llamado de emergencia, la autobomba N° 2 del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Florencio Varela partió de urgencia hacia el destino anunciado, pero desafortunadamente el vehículo se iba a quedar en el camino.
A pocos metros de llegar al lugar del siniestro, el coche dobló en la calle 574 y comenzó a zigzaguear por la gran cantidad de barro, hasta que, unos metros antes de 511, cayó en la zanja y no pudo continuar la marcha. De milagro la autobomba no volcó.
Los servidores públicos tuvieron que pedir refuerzos a otra unidad y se fueron corriendo para trabajar en el incendio. En tanto, horas más tarde, el vehículo tuvo que ser desencajado del barro con el trabajo de dos máquinas del Municipio de Florencio Varela, una motoniveladora y una retroexcavadora que traccionaron a la vez para sacarlo.
Habitantes del barrio Libertad confirmaron a POPULAR que la calle donde quedó la autobomba había sido rellenada semanas atrás por los mismos vecinos, que, cansados de esperar obras de asfalto por parte del Municipio, compraron volquetes de tierra para “emparejar” el camino.
Pocas horas después ocurrió una situación similar con un patrullero de la Policía Bonaerense que cumplía servicio en el barrio Santa Rosa. Precisamente, cuando circulaba por la calle Budapest, entre Mallorca y Pasaje Malvinas, el móvil quedó atrapado en un pantano del cual no pudo salir.
A los pocos minutos, otra unidad de la Policía arribó al lugar para llevar a cabo el rescate, de modo que dos patrulleros quedaron fuera de servicio durante algunas horas por el calamitoso estado de la calzada.
Las obras de asfalto en Florencio Varela son una deuda histórica en decenas de barrios. Se trata de un reclamo vital, de suma urgencia, ya que en muchas zonas no pueden ingresar patrulleros, autobombas ni ambulancias, servicios que deberían garantizar la salud y la seguridad de la población.