Piensa que pudo haber sido un milagro. O quizás, una segunda oportunidad. “No me quería morir”, aseguró Cintia Cirilo, la joven que estuvo al borde de la muerte luego de que su ex pareja le apoyara un arma en el pecho y, tras decirle “estás conmigo o con nadie”, apretara el gatillo.
Fueron 16 días los que estuvo internada en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde el agresor la dejó tirada en la puerta, agonizante.
A pocas horas de regresar a su casa, Cintia, de 31 años, habló con Popular sobre la mañana en la que fue baleada, sus miedos y el aprendizaje que le dejó esta traumática experiencia.
“Estoy viva porque no era mi momento. Y creo que tiene un propósito: poder hablar sobre violencia de género y ayudar a otras mujeres”.
Sobre el ataque que sufrió por parte de José Luis Salomón (detenido a las pocas horas del hecho), la joven -oriunda del barrio La Sirena- detalló: “Me crucé a mi ex en un boliche. Me esperó en la puerta del baño y cuando salí intentó agredirme, pero lo terminaron sacando los patovicas. Cuando terminó la noche, después de desayunar, un amigo me estaba llevando a mi casa, pero dos cuadras antes nos cruzó el auto y nos apuntó a los dos”.
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“Me bajé del auto -continúa Cintia- porque tenía miedo que le haga algo a mi amigo. Me gritaba para que suba al auto de él, pero no lo hice. Entonces se bajó, me pegó dos trompadas en las costillas, me apoyó el arma en el pecho y disparó”.
A partir de ese momento, Cintia comenzó una lucha desgarradora para evitar que la maten. “Me caí de rodillas al piso. José Luis me levantó, me subió a su auto y salió acelerando, porque los vecinos habían comenzado a salir de sus casas”, recordó.
Adentro del vehículo pudo haber terminado la historia de la peor manera, de no haber sido porque Cintia, mientras se desangraba sin poder respirar, le juró a su ex que no lo iba a denunciar. “Yo estaba shockeada. No me podía mover mientras él me pegaba con el arma en la cabeza y me gritaba ‘mirá lo que me hiciste hacer’. Quiso matarme ahí mismo. Después intentó tirarme del auto en movimiento mientras me cuestionaba que yo lo iba a denunciar. Pero le juré que no lo iba a hacer”, relató.
Entonces, Salomón, creyó que iba a salir impune de su agresión y manejó su auto hasta el Hospital El Cruce. Al llegar, abrió la puerta del coche, la empujó y escapó a toda velocidad. “Sufrí un paro cardiorespiratorio y los médicos me salvaron. La bala (calibre 22) pasó a dos milímetros del corazón, me desplazó la tráquea, cortó una vena pulmonar y se alojó en mi cuello”, indicó y, luego, agregó: “Estuve cinco días en coma. En esos momentos críticos estaba inconciente, pero tuve momentos de lucidez y recuerdo que allí, acostada en la cama del hospital, sentía que los pulmones se aplastaban y no podía respirar. Entonces, me decía a mí misma ‘no me quiero morir’. Pensaba en mi hija y no me quería morir”.
El 31 de diciembre, en las vísperas de Año Nuevo, Cintia Cirilo dejó de recibir oxígeno y comenzó a respirar por sus propios medios . A partir de ese momento, atravesó una acelerada recuperación que sorprendió a los propios médicos. Ahora, mientras hace reposo en su casa, reflexiona sobre sus temores y su nuevo propósito en la vida, que es ayudar a otras víctimas de violencia de género.
“Tengo miedo. Tuve miedo en el hospital. No sabía que a mi ex lo habían metido preso y me aterraba la idea de que entrara a la habitación y terminara de matarme. Por suerte estoy muy contenida por mi familia y me da cierta tranquilidad que (Salomón) esté detenido, pero me paraliza la idea de que salga en libertad. Me voy a mudar de Florencio Varela para no cruzarme a sus familiares ni amigos”, confesó en declaraciones a este medio.
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Respecto de sus ganas de ayudar, Cintia manifestó: “Tengo una nueva oportunidad y creo que estar viva tiene un propósito, que es poder hablar con muchas mujeres que sufren violencia de género que no se animan a contarlo y se avergüenzan de pedir que las ayuden”.
“Desde que llegué a mi casa -prosiguió- me llegaron decenas de mensajes en las redes sociales de chicas que me piden que las ayude. La violencia de género se trata con muy poca seriedad y creo que esa es mi misión”. Finalmente, tras agradecer a los “excelentes” médicos que le salvaron la vida, envió un mensaje de concientización sobre la problemática que sufren cientos de mujeres. “Es muy importante que la familia o el entorno de las víctimas hagan la denuncia si ellas no se animan a hacerlo. Para eso está disponible la Línea 144, que es gratuita y anónima”.