Mario Sciacqua asumió ayer sus funciones como entrenador de Quilmes y en sus primeras impresiones adelantó un poco de cómo se manejará en cuanto al grupo.
Como es sabido, Lucas Nardi abandonó su puesto de DT por no llegar a buen puerto en su relación con los jugadores más grandes de Decano, con lo cual, el flamante orientador táctico se apoyó en su conducta para acercarse más a los caudillos: “Trataremos de hablar con Emanuel Trípodi, Miguel Caneo y Sebastián Romero para tener un diálogo sincero, sin sanatas, y fluido, de exigirles en el entrenamiento”.
El nuevo DT dio cuenta de su forma de pensar, lisa y llana, sin favoritismos y agregó: “Por haber tenido experiencia dirigiendo divisiones inferiores, les doy explicaciones a todos si no juegan de entrada o si deben salir, por ejemplo, en circunstancias que les pido agresividad, en el uno contra uno. Al momento de entrenar, se tienen que entregar al máximo, sean los pibes o no. Si uno no da explicaciones, el jugador no sabe qué miércoles pensar (sic), por eso es muy importante hablar siempre con respeto, humildemente y con sinceridad”.
Sciacqua omitió ponerse el casete e insistió en que el trato cordial y coloquial con el plantel será fundamental en su gestión, para el despegue del Cervecero en el Nacional B: “No solamente en el fútbol hay que ser respetuoso, sino en la vida. Ir de frente siempre, no guardarse nada. Hablar siempre con los futbolistas va a ser nuestro pilar para este camino”.