Vecinos de la Villa Springfield de Bernal Oeste denuncian que las bandas narco utilizan “barricadas” en las calles, que construyen con tierra, escombros y madera para impedir el acceso de patrulleros al sector del barrio donde se encuentran las cocinas de paco.
Los malvivientes contratan camiones de volquetes con tierra y escombro, que descargan en el medio de la calle. De esa manera logran impedir el paso de cualquier vehículo, no sólo el de los móviles policiales sino también el de los propios vecinos.
El caballo es el único medio de transporte con el que pueden ingresar fuerzas de seguridad. La otra opción es adentrarse a pie. Sin embargo, en el barrio no suelen realizarse operativos policiales. Y por ello los habitantes del vecindario le piden a la Policía una acción más enérgica.
En declaraciones al diario El Suburbano, un vecino -cuya identidad fue reservada- apuntó contra las autoridades de la Comisaría 7ma. de Bernal Oeste. “La policía casi no actúa. Acá, en el barrio, le dicen ‘la boba’”, explica el hombre, que se levanta a las seis, lleva a su hija al colegio y, luego, se dirige a su trabajo, a unas pocas cuadras de Montevideo y Mosconi.
De acuerdo a la descripción del vecino, distintos grupos delictivos se adueñaron del barrio y manejan la venta de drogas a la vista de todos. Producto de la escalada de violencia entre las bandas narco, hace tres semanas mataron a un joven de 20 años al que conocían como “el polaquito”.
“Fue de guapo a pedir droga, le pusieron tierra en la boca, le dispararon cuatro tiros en el pecho y lo tiraron al arroyo”, expresó el vecino.
En la zona, una de las bandas es la de “Los Paraguayos”, quienes se encargan de la venta de paco y marihuana. Estos se mueven por la zona de Zapiola y Camino General Belgrano. En tanto, el grupo de “Los Peruanos” se dedica a la venta de cocaína y drogas sintéticas, o de diseño, y tienen el control del territorio que da a Montevideo. Cuando se alteran estos límites territoriales, estas bandas dirimen sus diferencias a los tiros.