Los perros son los amigos más fieles que el hombre puede encontrar en el mundo. Son cariñosos y buenos compañeros por lo que siempre se busca darles los mejores cuidados para que nada les falte.
Dentro de esos cuidados, aparecen el de salir a los parques a pasear y allí se encuentra un peligro bastante habitual que es el de cruzarse con una abeja o avispa que les pique el cuerpo. Según el grado de complejidad de la picadura, existen diferentes acciones que deben tomarse de parte de los dueños.
En el mismo momento que la abeja o avispa pica a alguien, ya sea humano o perro, está dejando
clavado su aguijón con veneno, el cual puede ser un pequeño o gran problema según la zona donde pique y la reacción del animal frente a esto.
En el panorama más claro y alentador, se produce una pequeña roncha que enrojece una determinada zona del lomo por lo que el dueño debe poner manos a la obra y retirar el aguijón. Se recomienda no hacerlo ni con los dedos ni con una pinza para depilar, ya que se debe usar una tarjeta rígida, como puede ser las de crédito, que ayude a quitar la aguja y evitar que el veneno se propague aún más y cause más daño al pobre animal.
Una vez quitada la aguja, el amo debe limpiar la herida con agua y jabón neutral para quitar cualquier bacteria que se aloje en esa zona. Cremas de aloe vera y hielo pueden ayudar a disminuir la hinchazón. Si con el paso de las horas el chichón no baja, lo mejor es acercarse
rápidamente a un veterinario para que pueda evaluar la situación.