Si bien este tipo de accidentes no discrimina sexo ni edad,
afecta más a mujeres que a hombres. De hecho, 6 de cada 10 muertes por ACV se producen entre la población femenina, y el riesgo se incrementa en las mayores de 50 años.
Entre los factores de riesgo se encuentran los
inmodificables (haber tenido un ataque previo, la edad, los antecedentes familiares) y los
modificables, como la hipertensión arterial (presente hasta en el 80 por ciento de los pacientes con ACV); el tabaquismo (que aumenta cuatro veces el riesgo de padecerlo); la diabetes; enfermedades cardiovasculares; arritmias cardíacas; algunos tipos de dolores de cabeza; la obesidad; el sedentarismo; los trastornos respiratorios del sueño y el estrés."La buena noticia es que en la mayoría de los casos, los factores inmodificables no serán suficientes para producir un ACV si se pone todo el énfasis en
el control de los factores de riesgo modificables", sostuvo el
Dr. Francisco Klein, director del centro de Accidente Cerebrovascular de la Fundación Favaloro.
Además, en los últimos años se vio un aumento de casos en adultos jóvenes, incluso en los adolescentes, debido al
abuso de alcohol, el tabaco y las drogas, especialmente los psicoestimulantes.
Es preciso
estar alertas a posibles manifestaciones como la asimetría de la cara ("la sonrisa se observa torcida"); disminución de la fuerza en un brazo o en una pierna (al elevar los brazos, el más débil tiende a caer); alteraciones del habla (cuando repite una frase, lo hace mal o directamente no puede hacerlo) y alteraciones visuales (pierde una parte del campo visual).
¿Cómo prevenirlo?Hay algunas acciones que pueden reducir (y mucho) las posibilidades de padecerlo. Algunas de ellas son:
1) Dejar de fumar.
2) Controlar la presión arterial.
3) Mantener en valor normales la glucemia, el colesterol y los triglicéridos.
4) Realizar de 30 a 40 minutos de actividad física todos los días. Puede ser caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta, bailar, cortar el pasto, subir y bajar escaleras, patinar o hacer cualquier tipo de actividad que genere movimiento del cuerpo.
5) Controlar la diabetes.
6) Comer más pescados de mar al horno o a la plancha.
7) Incorporar a la dieta más semillas, cereales y fibras.
8) Evitar tareas estresantes.
9) Tomarse un tiempo para uno, ya sea para viajar como para fomentar hobbies.
10) Hacer una dieta baja en grasas, con poca sal y con un importante consumo de frutas y verduras.
¿Qué hacer ante un caso de ACV?
Aunque parezca obvio, lo primero es llamar a una ambulancia. Existen en la
actualidad Unidades Móviles de Rescate Cerebral, que son vehículos especialmente equipados con tecnología y profesionales para el diagnóstico y tratamiento inmediato de estos accidentes. Aunque, no todos los nosocomios cuentan con ellos.
Es importante saber que quienes hayan padecido un ACV
se pueden recuperar completamente siempre y cuando la atención médica sea rápida luego de la aparición del primer síntoma.
"Por
cada minuto que una persona no recibe la atención adecuada cuando le ocurre un ACV pierde 1.9 millones de células neuronales, 14 mil millones de sinapsis, vitales intersecciones entre las neuronas y 12 kilómetros de fibras meilinizadas a través de las cuales se generan las funciones neurológicas", sostuvo el
Dr. Pedro Lylyk, neurocirujano, director general de Clínica Sagrada Familia.
"En lo posible, los familiares deben evitar movilizar o desplazar al paciente. Tampoco deben administrarle medicación alguna. Lo mejor es que
permanezca recostado, en decúbito lateral para evitar broncoaspiraciones, en reposo, hasta el arribo del médico o enfermero del sistema de urgencias", explicó el
Dr. Hernán Winocur, neurólogo de la cartilla de Staff Médico.
Y explicó: "hay que tener en cuenta que es
una patología muy inestable y fluctuante en las primeras 72 horas, tanto hacia la mejoría como en otros casos hacia el empeoramiento, dependiendo de la magnitud y extensión del territorio vascular comprometido".
Por su parte, Klein afirmó categórico que desde la aparición del primer síntoma de un probable ACV hasta la iniciación del tratamiento en el centro de emergencia, no deben pasar idealmente más de tres horas, como máximo cuatro horas y media. "
El tiempo es cerebro", concluyó.