Hoy ya no hay discusión: el uso del barbijo es absolutamente necesario para prevenir la pandemia en todos los casos, no solo en el de los enfermos sino también en el de aquellos que no lo están, para evitar el contagio", aseguró categóricamente Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos.
El profesional indicó que "la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha cambiado de opinión al respecto, lo mismo que los Ministerios de Salud de Estados Unidos y España. Hoy las autoridades sanitarias de los países de Oriente que con más éxito combaten la propagación del virus ordenan el uso obligatorio entre su población".
"Con respecto a la conveniencia del uso del barbijo ya no hay dos mitades de la biblioteca sino que queda claro que hay una sola y es la que categóricamente se inclina a favor de su uso como medida preventiva en todos los casos, es decir en los contagiados, los asintomáticos y los sanos", explicó Peretta en diálogo con este diario.
El profesional consideró que "los infectólogos equivocadamente para priorizar la cantidad de barbijos que había disponible en el inicio de la pandemia dijeron que solamente debían usar barbijos los profesionales de la salud; nosotros preguntamos: si son efectivos para los profesionales, por qué no lo serían para el resto de las personas. Va de suyo la respuesta: son efectivos y hay que utilizarlos".
Confirmaron cinco fallecidos hoy y 88 casos positivos
¿Qué tipo de barbijo? Peretta recomendó el quirúrgico, de calidad básica, intermedia y alta que son los que filtran el aire y no se mojan. En este sentido, criticó el planteo de los infectólogos, "que dicen que hay que cambiarlo cada dos horas porque se mojan, es equivocado".
Explicó que la tela de la cual está hecha el barbijo no se moja porque es hidrófuga, por eso lo usa el cirujano en las cirugías de alta complejidad que suelen durar hasta 8 horas. "Si un barbijo se mojara a las dos horas no serviría porque estaría contagiando al paciente y contagiándose el propio cirujano", explicó.
Según el dirigente en el mercado "hay barbijos desde los más básicos que salen $100 hasta los más caros que pueden costar $1000, pero todos son útiles" y desaconsejó los caseros de tela común "que la gente fabrica en su desesperación, justamente porque esos sí se humedecen y no filtran el paso del virus".
"Algunos barbijos son descartables, otros lavables y reutilizables" precisó y dijo que "hay que entender que el virus se aloja en la 'gotita de flugge’ (gotitas respiratorias implicadas en la transmisión de infecciones) que una persona exhala al hablar, toser o estornudar".
"Si no tengo el virus o los síntomas de la enfermedad y quiero protegerme de otra persona que me tose, me habla o me estornude tengo que usar el barbijo. Es más,como el virus también entra a través de los ojos lo recomendable también es usar gafas", agregó.
Por otra parte, el profesional consideró que "Argentina está preparada para la demanda que va a haber", pero advirtió que "hay 4 millones de barbijos en Aduana esperando que ANMAT les de aprobación, lo que se está demorando en este caso y en el de muchos insumos de salud".
Otro especialista argentino, el doctor Conrado Estol explicó que se puede fabricar un barbijo casero con tela y una servilleta descartable como filtro, según indica, "todos deben cubrirse la nariz y la boca", para evitar contagiar si son portadores asintomáticos.
Aclara de todos modos que "yo no pongo en duda a la OMS. No recomendaban que todo el mundo usara barbijo y lo hacían porque [el barbijo] no protege contra la infección. Y tienen razón. Los médicos que tratan pacientes infectados tienen un equipamiento que parece del futuro. Mameluco, casco y un equipo que les cubre completamente la cabeza para proteger los ojos, la nariz y la boca".
Agrega que "si no lo hacen seguro se infectarían, como pasó en Estados Unidos con miles de policías que se contagiaron porque solo usaban barbijo. Todos debemos usarlo al salir para evitar diseminar el virus si no sabemos que lo tenemos", y aconseja a las autoridades que recomienden su utilización.
Estol también basa su postura en un estudio de Hong Kong que estableció que las dos hechos que contuvieron la epidemia allí fueron el distanciamiento físico y que el 97,5% de la población usa máscaras cuando sale, y asegura que es "hasta intuitivo que la gente trabajando en servicios (estaciones de servicio, supermercados, almacenes, Policía, entre otros, esenciales) tiene que tener cubierta la nariz y boca para no diseminar virus si estuviesen contagiados".