El brote de diarrea que afectó a 900 personas en el partido de Berazategui, y que ocasionó la muerte de una niña de 4 años, pone de relieve la importancia de conocer las medidas para prevenir la enfermedad. Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de muerte a nivel mundial y uno de los principales motivos de malnutrición, en niños menores de 5 años.
De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen unos 2.000 millones de casos de diarrea en todo el mundo. Se trata de un cuadro que afecta principalmente a los niños, y entre los menores de cinco años las enfermedades diarreicas son la segunda causa de muerte con alrededor de 760.000 fallecimientos. Además, es una de las principales causas de malnutrición en el mismo grupo etario. Lo más lamentable de esta situación es que se pueden prevenir y tratar mediante el acceso al agua potable y servicios adecuados de saneamiento e higiene.
Según el doctor Fernando Burgos (MN 81759) integrante de la Red de Pediatras "Niños sanos, niños felices" y Jefe de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Austral, "La diarrea se define como la presencia de tres o más deposiciones blandas o líquidas en un período de 24 horas. Además, el cuadro se convierte en agudo si dura menos de 14 días, y persistente si el episodio lleva 14 días de duración o más", asegura el especialista.
Existen muchos agentes infecciosos que ocasionan diarrea. En todo el mundo, el rotavirus es la causa más común de diarrea grave y de mortalidad por diarrea en los niños. Otros agentes patógenos virales importantes son los adenovirus, los enterovirus y el norovirus. Algunas de las bacterias patógenas más importantes son las enterotoxígenas: Escherichia coli, Salmonella, Shigella, Yersinia, Campylobacter, y Vibrio cholera. En tanto, las principales causas parasitarias de la diarrea son Cryptosporidium y Giardia.
Los productos lácteos, helados y jugos mal refrigerados son las principales fuentes de contaminación. Además, la aparición de la diarrea infecciosa aguda varía de acuerdo a los factores locales como la disponibilidad de agua potable, factores climáticos y estacionales y las condiciones de salubridad.
Tratamiento. El primer objetivo es prevenir o revertir la deshidratación causada por la diarrea, acortar la duración de la enfermedad y reducir el período durante el cual la persona puede infectar a otras. Una terapia adyudante para el tratamiento de estos cuadros son los probióticos que incrementan las respuestas inmunitarias al actuar contra los agentes enteropatógenos (microorganismos, generalmente bacterias, capaces de causar enfermedades en el tracto intestinal).
Los probióticos compiten con las bacterias patógenas impidiendo o dificultando su instalación en el intestino y colaboran con la disminución del pH intestinal (lo hacen más ácido) al estimular la producción de ácido láctico lo que, a su vez, favorece el crecimiento de organismos beneficiosos. La mayoría de los estudios sobre los probióticos apoyan su eficacia en el tratamiento de la diarrea aguda acortando el tiempo y la severidad de las mismas.
Dichas sustancias poseen un buen perfil de seguridad, redujeron significativamente la duración de la diarrea en 13,4 a 30,5 horas (rango), la frecuencia de deposiciones y la duración de la internación hospitalaria.
Esto se traduce en menor tiempo de enfermedad y disminución de la severidad con menos posibilidad de internación y complicaciones, lo que obliga a no perder el tiempo frente a cualquier síntoma.