El colon irritable es un trastorno que lleva a dolor abdominal y cólicos, cambios en las deposiciones y otros síntomas.
Los síntomas principales son dolor en el abdomen, gases y distensión con bastante frecuencia. Las personas con este síndrome pueden alternar estreñimiento y diarrea o en su mayor parte tienen uno o el otro Para algunos los síntomas, pueden empeorar durante unas semanas o un mes y luego disminuyen durante algún tiempo. Para otros , los síntomas están presentes la mayoría de las veces y pueden presentar en ocasiones inapetencia, y nauseas.
Respecto a la dieta se van descartando alimentos ya que suele haber una especie de alergia a determinados alimentos. Por ejemplo, por algunos días tratar de eliminar los lácteos y observar que ocurre. Si no se mejora continuar eliminando otro grupo de alimentos como el trigo, cebada y centeno. Al final de varias semanas ya se podrán sacar algunas conclusiones respecto a que alimentos se pueden ingerir o no y la relación entre colon irritable y determinadas situaciones.
Algunas personas mejoran al tomar fibra en su dieta y otras e cambio, empeoran. Como norma se aconseja que si se quiere aportar más fibra que no sea la de trigo. Es mejor la avena, verduras y frutas.
Los alimentos crudos no suelen ser bien tolerados lo mismo ocurre con las gaseosas. Es preferible tomar agua en las comidas..
Un detalle importante es hacer cinco comidas al día. Desayuno, mediodía y cena. A media mañana y media tarde comer algunas tostadas con te, una compota de manzana o unos frutos secos.
Esta comprobado que pasar demasiadas horas sin comer aumentan los niveles de insulina y debilita la capacidad digestiva.
Comer poco a poco, masticando bien. La digestión comienza en la boca. No hace falta decir que el hecho de comer de pie está totalmente desaconsejado.
En general es importante suprimir la leche de vaca y pasar a la vegetal o a los yogures descremados que se toleran mucho mejor.
La relajación siempre es vital en los casos de este síndrome, ya que el estrés es, quizás, la causa más determinante. Hay que intentar relajarse aunque sea unos minutos después de las comidas. Cualquier técnica es buena, shiatsu, masaje, reiki, etc siempre será bienvenida.
Consultar al especialista si es posible tomar vitaminas del grupo B, que ayuda a tolerar mejor el estrés y esto es vital ya que suele estar detrás de la mayoría de problemas digestivos.
La toma de enzimas digestivos y flora intestinal antes de las comidas suele ser de gran ayuda ya que colaboran en la digestión y en el equilibrio de la flora intestinal. Se ha de tener en cuenta que las bacterias perjudiciales que a menudo anidan en los intestinos pueden favorecer o agravar el síndrome del colon irritable.
El objetivo del tratamiento es solo para alivia los síntomas, ya que como es un síndrome que tiene mucho que ver con el estrés y los nervios, los problemas psicológicos pueden agudizar los síntomas.
Los cambios en la alimentación pueden ayudar, sin embargo, en general no se puede recomendar una dieta específica, debido a que la afección difiere de una persona a otra.
Solo hay que tener en cuenta que se deben evitar los alimentos y bebidas que estimulen los intestinos, tales como la cafeína, el té o las colas. Evitar las comidas abundantes e incrementar la fibra a la alimentación para mejorar el estreñimiento, aunque a veces empeora la distensión.
¿Una cuestión hormonal? Dado que las mujeres tienen el doble de propensión a tener este síndrome, los investigadores creen que los cambios hormonales juegan un papel en esta condición.
No existe un examen específico para el síndrome de colon irritable, aunque las pruebas de diagnóstico se pueden realizar para descartar otros problemas, como análisis de sangre y radiografías.
Una persona con síntomas de intestino irritable sufre de síntomas más frecuentes durante ciertos eventos estresantes. Pero mientras que el estrés puede agravar los síntomas no los producen.